Vaniljsnäcka

Nada más por no dejar fui a sacarle una foto a los panes que les decía, son una variación de los kanelbullar.

Tuve suerte porque llegué a un minuto de que cerraran la cafetería (a las siete de la noche todos se guardan en Solna Centrum) pero todavía atienden si uno llega treinta segundos antes de la hora.

No sé si pueda generalizar sobre la puntualidad de los suecos, creo que no porque no tengo muchas muestras, pero mi maestro de sueco dice que en Suecia se es puntual y se molesta mucho cuando alguien se atreve a llegar después de la hora señalada.

En otro día, por ejemplo, llegué muy temprano a mi clase, varios más lo hicieron también, incluyendo al maestro que sin saludar esperó de pie mirando el reloj a que marcara las nueve en punto para decir buenos días e iniciar la clase. Para terminarla también es muy puntual, si acabamos el material del libro y aparentemente ya no hay nada que hacer, recurre al dictado (¡uy, qué nervio!)