Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2023

El dios de la parcela (micro-relato)

El siguiente texto fue publicado en 2009, (VI Premio de relato mínimo Diomedea). La publicación ha quedado restringida de modo que lo publico acá.  El dios de la parcela por Flor Coss En dos horas más se levantará mi mujer a echar las tortillas, para entonces los gallos y los asnos habrán cantado anunciando la hora de empezar un nuevo día. Mi mujer no sabrá lo que pasó, no tiene por qué saber que me he vengado de ella. A mí no me importa que ella no sepa que ya me he cobrado, con tal de que mi ofensa se vea satisfecha. Que siga tendida en el petate, durmiendo como si los mismos ángeles resguardaran su puerta. Despertaré a la chamaca mientras su madre duerme, la llevaré junto al río donde nadie sino Dios será testigo. Él me mirará levantarle la falda, golpearle las nalgas hasta excitarme para luego saciarme en ella. ¡Que pague por las funciones que me negó su madre! Dios no hará nada, estará de mi lado porque es lo justo, porque Él es hombre como yo y como Él yo soy el dios de esta parc

Sin suerte

A ver qué logro decir hoy. Empecemos por asumir que nada. Tenía ganas de jacaranda. Me salí de casa en busca de un árbol bajo el cual pudiera estar para que me llovieran hojas y flores moradas. Y aquí estoy. El árbol todavía no obra su magia. Me he traído mis audífonos. Van como cuatro veces que escucho la misma canción. Seguramente sonará cuatro veces más a menos que pase algo. No sé que pueda pasar aquí, no parece que vaya a llover, el sol no está pegando fuerte, toda la gente a mi alrededor está a lo suyo. Afuera todo es calma. Aquí adentro no. Traigo una blusa amarilla, los mosquitos se sienten atraídos a ella. Las uñas no me crecen al mismo paso en todos los dedos, las cutículas se empeñan en secarse sin importar cuánta crema les ponga, mi anillo está perdiendo el color azul (me preguntó con qué lo podría pintar, en casa sólo tengo pintura acrílica). Sigo esperando a que una especie de equilibro o armonía me tome. Una mujer con un perro flaquito ha pasado frente a mí y me ha sonre

¿Cómo concibes la expansión?

Recién he acabado de desayunar, tenía un video reproduciéndose frente a mí pero mi cabeza estaba en otro lado, construyendo imágenes con lo que escuchaba; preguntando, siempre preguntando. Entonces, una idea escalofriante me asaltó. Estaba pensando en mi necesitad de expansión luego de estar aislada, de muchas maneras, por muchos años. Primero, cada quien tiene sus tiempos, motivos y porqués. Esto me lo digo inmediatamente para evitar juzgarme.  Sigo.  La pulsión está aquí, dice: expansión. Parece que el miedo ha ido disminuyendo o, en todo caso, ya no es un obstáculo. Ok, ok, hasta aquí todo bien. Lo que sigue es la visualización, digamos, de lo que para mí representa eso de la expansión… y llegó el golpe de realidad.  No sé cómo escribir esto, cómo transmitirlo de la manera más adecuada. Todo ahora son intuiciones. No sé si hayan hecho ese juego de que te dicen una palabra y sin reflexionar, sin darle vueltas, tienes que contestar con la primera palabra que te venga a la cabeza. Pues

Hace silencio

 2:11 marca el reloj digital. Tengo helados los pies y los dedos de las manos. ¿Por qué? Hoy se supone que iría a correr, no sé si pueda. Seguramente no si sigo mirando la pantalla.  Anoche un mosco me hizo tres ronchas. Los martes son callados, me recuerdan las noches que no podía dormir en aquel departamento que se perdió en el 2017. Mi hogar de la infancia ya no existe. Ya hay otro en su lugar, pero no es el que era mío. Habían unos árboles muy altos a los costados, verde olivo. Ahí viví el temblor de 1985, el mismo año de aquel accidente que dejó a mi tía en terapia intensiva. Sí, ese accidente que vi en cámara lenta: una llanta pasando encima de su cara. No sé por qué me acuerdo ahora de eso. Mi tía aun vive, todos sus hermanos han muerto, incluido mi padre. Una motocicleta ha pasado por la calle frente a mi casa rompiendo el silencio. Ya se pierde en la esquina. El silencio ha vuelto. Saramago, me he acordado de él.  Me gustaría que existiera eso de la soul family, al menos para