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¿Cómo concibes la expansión?


Recién he acabado de desayunar, tenía un video reproduciéndose frente a mí pero mi cabeza estaba en otro lado, construyendo imágenes con lo que escuchaba; preguntando, siempre preguntando. Entonces, una idea escalofriante me asaltó.

Estaba pensando en mi necesitad de expansión luego de estar aislada, de muchas maneras, por muchos años. Primero, cada quien tiene sus tiempos, motivos y porqués. Esto me lo digo inmediatamente para evitar juzgarme. 

Sigo. 

La pulsión está aquí, dice: expansión. Parece que el miedo ha ido disminuyendo o, en todo caso, ya no es un obstáculo. Ok, ok, hasta aquí todo bien. Lo que sigue es la visualización, digamos, de lo que para mí representa eso de la expansión… y llegó el golpe de realidad. 

No sé cómo escribir esto, cómo transmitirlo de la manera más adecuada. Todo ahora son intuiciones. No sé si hayan hecho ese juego de que te dicen una palabra y sin reflexionar, sin darle vueltas, tienes que contestar con la primera palabra que te venga a la cabeza. Pues algo así. Siento deseo de expansión, esa es la idea que funciona de disparador. ¿Qué es lo que inmediatamente contesta mi cabeza? Una serie de imágenes preconcebidas obtenidas del imaginario colectivo, sección: “lo mejor”, “lo wannabe”.

¿Desde cuándo “expansión” es ir al encuentro de “lo que uno debiera aspirar”? ¡Pero si eso es exactamente lo contrario, eso es limitación! Mi cabeza está repleta de imágenes aspiracionales cortesía de la mercadotecnia.

Necesito parar y pensar seriamente en esto.

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