"Presencia", esta palabra la tenía atorada en la "garganta" porque cuando estaba haciendo mi tesis de licenciatura en filosofía de alguna forma me la prohibieron. "¿Presencia?, ¿Qué es eso?", me dijeron con voz de incomprensión-asco-autoridad. "Pues estar presente, en el momento, completamente atento", contesté; entonces me mandaron a leer a Heidegger y a escribir más adecuadamente sobre el modo de ser de la propiedad . O sea que tenía que apegarme a los cánones para poder titularme, así que apechugué y recomencé mi texto… y en el transcurso dejé a un lado lo que de verdad quería decir, llegando a pensar que a lo mejor eso de la filosofía no era lo mío porque no hablo ni escribo con palabras de alcurnia y porque, según me han dicho —y lo he comprado—, aún no estoy como para tener voz propia, de modo que tengo que pedir la voz de los grandes filósofos para expresar, medianamente, lo que quiero decir, es decir, lo que me brinca en el corazón. A
"A soul in tension that's learning to fly" —Pink Floyd