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Mostrando entradas de agosto, 2018

Rosé

Estoy obsesionada, lo sé. Y es que la vida no es o vino tinto o vino blanco, la vida también puede ser un complejo rosé. Se puede pensar que un rosé es algo así como un camino medio, como un gris, como estar indeciso, como aspirar a algo y no llegarlo a ser. No, el rosé tiene su carácter particular poco apreciado, poco procurado y definitivamente poco bebido. Desde el día que tomé un rosé en el Grand Hotel de Estocolmo una puerta se abrió, toda una perspectiva nueva, toda una forma de encarar el mundo se abrió ante mí y me dejé seducir. El rosé me ha enseñado que se puede ser incomprendido y está más que bien porque quien te comprende jamás te dejará, porque quien tiene el interés por tu peculiaridad volverá una y otra vez a querer encontrarte. Es difícil asir a un rosé porque un rosé no es jamás una bebida que se toma sola aunque siempre se antoje sola. Un rosé es sol, es agua, es viento. Un rosé es desde un medio día hasta un atardecer. Un rosé es un sueño ligero que impacta pr

Itaca

Voy volando sobre Estocolmo, voy acompañada de alguna música ligera que al fondo dice algo así como una renuencia al fin. He tomado alguna copa de rosado, el cava antes de eso no cuenta… o quizá sí. He leído un poco de realidad en 21 Lessons for the 21st Century  y me pregunto qué sigue si también en el fondo tengo una renuencia al final. Islas y mar se ven allá abajo. Voy de regreso y quisiera que se convirtiera no en un volver sino en un recomenzar. Me lo merezco. Todos nos merecemos recomenzar, nos merecemos replantear la forma en que vemos el mundo para hacer de la estadía algo más placentero. Voy volando, son las 15:45 del último jueves de agosto. Todo adentro de mí está bien acomodado y confortable. Supongo que eso me dispone ha decir algo: me siento muy agradecida. Las nubes tapan ya la tierra. Estoy volando muy cerca del cielo, metafóricamente hablando. La inmensidad me cubre… o me descubre. Nietzsche tenía razón.  Interpretación y volver a sí mismo. Qué locura y maravi

Obrigada, gracias, thank, danke

Alguien hace algo por nosotros, entonces sin pensarlo, más bien por costumbre, soltamos una palabra que para algunos ya ha dejado de tener sentido hace mucho tiempo. Agradecemos, y la forma en como lo hacemos, desde nuestro particular lenguaje, dice mucho de la cultura a la que pertenecemos y de lo que, en el fondo —culturalmente inconsciente—, guía nuestra actitud ante la vida. Yo, por ser mexicana, crecí con el "gracias" y de alguna manera estaba implícito una necesidad de haberse ganado ese favor al que respondía con "gracias". ¿Pero qué es ese "gracias", qué significa en el fondo? Nunca me lo había preguntado hasta que tuve la oportunidad de escuchar muchos "obrigado/obrigada" y entonces el primer asombro: la gratitud en Portugal no carece de género, entonces es una acción que realiza la persona que agradece. En México decimos "gracias" y funciona, originariamente, como un deseo hacia esa persona que nos ha concedido un favor

Contextualizando un vino (maridaje)

Un vino solo, como una persona, no es "nadie". No es que no exista, que no sepa —en ambos sentidos del sapere : sabor y conocimiento— que no pueda sostenerse por sí mismo, sino que no puede manifestar todo su potencial. No sabes quien eres hasta que no te pruebas en distintos contextos, hasta que no te vas desdoblando. Abrir una botella, sólo abrirla, te da una experiencia. El etiquetado, la forma de la botella, el destape mismo —metal, cera, corcho, rosca. Y luego el olor superficial que sólo te dice si está bebible o no. Entonces el líquido cae en la copa y así como va cayendo comienza la relación entre tú y él. El color, la consistencia y el primer desdoble del aroma. En este momento ya puedes rendirte ante él aunque no te haya dicho nada de sí mismo. Con forme pase el tiempo ese aroma que te conquistó podrá perderse o acentuarse, también sucede que si no encontraste nada especial en él empiece a hablarte muy despacio. Con el tiempo nos vamos conociendo, vamos comparti

¿Qué es ser humano?

Antes de decidir si quiero permanecer humana quisiera saber qué es exactamente eso de ser “humano”. El ser humano está sobre valuado por la sencilla razón de que es justamente ese llamado “humano” el que se evalúa a sí mismo y, por defecto, incurre en un sesgo. De todos modos no hay nadie más que valúe además del aquí mentado “ser humano”. Si el ser humano tiene muchas características entonces perder algunas de esas características le darían la posibilidad de no ser “humano”, es decir, de carecer del valor de la humanidad que parece ser algo muy bueno pero todavía no sé qué es exactamente. El humano es una especie que se ha puesto por arriba de todas las demás especies. El humano incluso se ha fraccionado en variedad de grupos y ha asignado distintos valores a tales grupos. Hay humanos que parecen no valer nada para otros humanos y también hay humanos que dicen de esos humanos que no valoran a otros humanos que no son humanos. ¿Será algo así como perder empatía? ¿Quizá algo así

Wagamamas

Comer es una de las primeras cosas que le da sentido a mi vida. Me gusta comer, disfruto comer. Comer no es deglutir algo, es experimentar la vida misma, es afirmar la vida, decirle sí y decírselo de una forma bonita. Una de las mejores partes de viajar es probar las delicias del lugar sabiendo que quizá sea esa la última vez que lo pruebes porque no sabes si podrás regresar o al menos no sabes si podrás hacerlo pronto. Así que una comida puede ser una intensa relación de un día entre tú y el mundo que se te abre bocado a bocado. El ramen del Wagamamas es una experiencia reconfortante, es comida para el alma, el sabor que te acaricia después de un largo viaje, el caldo que te cobija dándote la bienvenida. Con un tazón de estos enfrente, tienes la certeza de que la vida es bella de que, a mi manera, dios existe. Dios es para mí comunión, reconocimiento de lo otro y de uno mismo como un mismo fenómeno experimentándose a sí mismo, es la vuelta hacía uno mismo desde lo otro. Comer