Tengo la idea de que si piensas que un lugar es bueno, tienes que volver. Si en la segunda vez que lo visitas, lo encuentras igualmente bueno, has encontrado un lugar en el cual confiar.
Regissörsvillan, el pequeño restaurante de Näckrosen es lo que se llamaría un lugar que por fuera mantiene un bajo perfil y por dentro es de alto impacto.
Peter Odén y Ann-Louise Ummer están ahí para consentirte. Si la suerte te favorece Peter Odén te sorprenderá cantando alguna canción tradicional mientras toca un instrumento parecido a la guitarra (ustedes disculpen mi ignorancia).
Les voy a contar lo que comí:
Primero una copa de champagne para abrir el apetito y estimular el olfato y el gusto; seguimos con un caldo con cidra reducido sobre pato, un trozo de embutido y faisán que en la carta aparece como "Träkolsgrillad Anklever/Fasankorv, Fasan & Karl-Johansvampsoppa med Cider, Linguini, rökt Sidfläsk", delicioso sabor concentrado que hay que degustar de inmediato para que la última cucharada sepa tan buena como la primera; el plato principal consistió de filete de alce con pequeñas papas horneadas con consistencia como de pan y una mini-cacerola preparada con hongos y alce bajo el nombre de "Svensk Älgfilé med Hasselbackspotatis, Gåslevertoppad Älgsauté med Stolt Fjällskivling, Smålök, Havtornscurd & Rönnbä", soberbio; acompañando los alimentos una botella de Domaine Grand Veneur Chateauneuf-du-Pape Rhône 2002 que resultó ser de gran sutileza y nunca sucumbió al fuerte sabor del pato y el alce.
Skål! (dirían los poetas huevo por acá)
Regissörsvillan, el pequeño restaurante de Näckrosen es lo que se llamaría un lugar que por fuera mantiene un bajo perfil y por dentro es de alto impacto.
Peter Odén y Ann-Louise Ummer están ahí para consentirte. Si la suerte te favorece Peter Odén te sorprenderá cantando alguna canción tradicional mientras toca un instrumento parecido a la guitarra (ustedes disculpen mi ignorancia).
Les voy a contar lo que comí:
Primero una copa de champagne para abrir el apetito y estimular el olfato y el gusto; seguimos con un caldo con cidra reducido sobre pato, un trozo de embutido y faisán que en la carta aparece como "Träkolsgrillad Anklever/Fasankorv, Fasan & Karl-Johansvampsoppa med Cider, Linguini, rökt Sidfläsk", delicioso sabor concentrado que hay que degustar de inmediato para que la última cucharada sepa tan buena como la primera; el plato principal consistió de filete de alce con pequeñas papas horneadas con consistencia como de pan y una mini-cacerola preparada con hongos y alce bajo el nombre de "Svensk Älgfilé med Hasselbackspotatis, Gåslevertoppad Älgsauté med Stolt Fjällskivling, Smålök, Havtornscurd & Rönnbä", soberbio; acompañando los alimentos una botella de Domaine Grand Veneur Chateauneuf-du-Pape Rhône 2002 que resultó ser de gran sutileza y nunca sucumbió al fuerte sabor del pato y el alce.
Skål! (dirían los poetas huevo por acá)
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