Solna Centrum en lugar de Gamla Stan
Ni a comparación llega, yo lo sé y si de escoger se trata me quedo mil veces con Gamla Stan. Hoy no se trató de querer o no querer, hoy se trató de que el día simplemente me dijo que hoy no iría a Gamla Stan.
Ya había comido, estaba bailando al ritmo de los ochentas (que en Estocolmo es de lo más fácil) cuando alguien tocó a mi puerta. Era un emisario de Com Hem que venía a desmadrarme el plan. El güerito sonriente me pidió pasar a checar unos cables del balcón porque los del restaurante tailandés que está abajo de mi departamento no tenían cable (eso para un negocio está cañón, así que lo dejé pasar). Fue y deshizo en un ratito lo que tanto trabajo había costado que hicieran para que pudiera tener internet y tv. Yo ya hacía ruido y me echaba perfume a ver si entendía la indirecta y me decía bye bye. Finalmente captó la onda y me dijo que si ya iba a salir. "Yes" le dije. Pues que qué problemón porque el fulano que vino antes hizo su trabajo con las patas y que para que tuviera cable yo, le cortó el cable al del restaurante y me lo puso a mí (a que cabrón), entonces tendría que esperar a que me hablaran para agendar una cita y que viniera alguien a arreglarlo todo. "Nej, nej, nej. I Need it now", le dije. "So you can wait" me contestó triunfante, "yes" (ya que). Así que luego de varias llamadas de las que sólo pesqué el 10% de lo que dijo, ires y venires terminó haciendo un spleat de la señal del restaurante con la amenaza de que me volverían a hablar para hacer una cita y pudieran terminar el trabajo como tenían que haberlo hecho desde la primera vez.
Tan pronto salió del departamento el hombre-pausa corrí por mis cosas y salí sólo para descubrir que empezaba a llover. Tomé un camión a Solna Centrum y pasé al café Espresso House por en espresso frappino stor, tack. En el medio se me cruzó la librería y Doris Lessing con su autobiografía y primer novela "The Grass is Singing" que empieza con una cita de T.S Eliot tan mentado esta semana (no entiendo lo que me quiere decir, les junto las citas y luego les platico).
En lugar de edificios antiguos de los que tenía hambre, en la mirada me queda una construcción moderna que aquí les comparto,
Ya había comido, estaba bailando al ritmo de los ochentas (que en Estocolmo es de lo más fácil) cuando alguien tocó a mi puerta. Era un emisario de Com Hem que venía a desmadrarme el plan. El güerito sonriente me pidió pasar a checar unos cables del balcón porque los del restaurante tailandés que está abajo de mi departamento no tenían cable (eso para un negocio está cañón, así que lo dejé pasar). Fue y deshizo en un ratito lo que tanto trabajo había costado que hicieran para que pudiera tener internet y tv. Yo ya hacía ruido y me echaba perfume a ver si entendía la indirecta y me decía bye bye. Finalmente captó la onda y me dijo que si ya iba a salir. "Yes" le dije. Pues que qué problemón porque el fulano que vino antes hizo su trabajo con las patas y que para que tuviera cable yo, le cortó el cable al del restaurante y me lo puso a mí (a que cabrón), entonces tendría que esperar a que me hablaran para agendar una cita y que viniera alguien a arreglarlo todo. "Nej, nej, nej. I Need it now", le dije. "So you can wait" me contestó triunfante, "yes" (ya que). Así que luego de varias llamadas de las que sólo pesqué el 10% de lo que dijo, ires y venires terminó haciendo un spleat de la señal del restaurante con la amenaza de que me volverían a hablar para hacer una cita y pudieran terminar el trabajo como tenían que haberlo hecho desde la primera vez.
Tan pronto salió del departamento el hombre-pausa corrí por mis cosas y salí sólo para descubrir que empezaba a llover. Tomé un camión a Solna Centrum y pasé al café Espresso House por en espresso frappino stor, tack. En el medio se me cruzó la librería y Doris Lessing con su autobiografía y primer novela "The Grass is Singing" que empieza con una cita de T.S Eliot tan mentado esta semana (no entiendo lo que me quiere decir, les junto las citas y luego les platico).
En lugar de edificios antiguos de los que tenía hambre, en la mirada me queda una construcción moderna que aquí les comparto,
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