Ir al contenido principal

Mi día en la Cineteca Nacional


El miércoles pasado fui a la Cineteca con mi mamá y mi hermana. Pasamos medio día por allá platicando y viendo películas. Raro en mí, disfruté el lugar que no se me hace acogedor para nada (generalmente muero de frío allí).




Creo que es que tenía sed de plática, de películas interesantes y, en sí, de algo distinto.

Cuando no existían los complejos de Cinépolis y Cinemex, se podían ver películas más interesantes, menos comerciales y menos gringas. Ahora con la toma del entretenimiento nacional, esos dos complejos deciden lo que ve la población mexicana e incluso se dan el lujo de aumentar los precios a como les viene en gana. Supongo que la culpa la tenemos los espectadores que consumimos lo que nos ponen y pagamos lo que nos piden sin chistar.

En fin, que fue un gusto cambiar de aires y de contenido.

También es que me estoy reconciliando con las películas de arte, pues ya las tomaba todas por películas con una estética cruda, un contenido dislocador y clasificación para adultos "con amplio criterio".

Esta vez quedé muy contenta con Hoje Eu Quero Voltar Sozinho, una película brasileña del 2014 sencillamente hermosa e inspiradora. Uno la ve y vuelve a creer en la humanidad. La recomiendo ampliamente, es visualmente hermosa, también tiene un soundtrack delicioso y la historia le llena a uno el corazón.

Hoy quiero volver solo

Luego de la peli de la que mi corazón salió aplaudiendo, fuimos a comer. Tenía mis dudas de comer en la Cineteca pues ya antes no me había hecho feliz. Esta vez sí, precios razonables, proporciones generosas y buen sabor en Finca Santa Veracruz Cineteca, que cambió su nombre y también su oferta (no recuerdo el nombre y en Google sigue apareciendo con el nombre anterior).

Saliendo de comer y de la plática de sobremesa nos fuimos a ver la siguiente película: Dolor y gloria, española (Almodóvar) de 2019. Ya le cambió un poco el estilo Almodóvar porque esta peli me gustó más (en realidad no suelo disfrutar sus películas por entero, sólo me han gustado algunas escenas), creo que me gustó porque encuentro en el guión el reflejo de alguien que ha madurado.

Dolor y gloria

Comentarios

Entradas populares de este blog

Qué chulada de maíz pinto

Crecí oyendo a mi papá decir con enjundia "¡Qué chulada de maíz pinto!" cuando le veía las piernas a mi mamá y después se las estrujaba con las mega-manotas que Dios le dio. Hasta hace poco no tenía una clara idea de lo hermoso que es el maíz azul (con el que hacen las tortillas azules que saben a gloria) hasta que de golpe lo vi en el mercado de Xochimilco, esta foto no me dejará mentir, su belleza es asombrosa.

Habemus playlist

Ahora sí, we're in business . Después de años con variaciones sobre el mismo playlist que tenía las canciones que considero buenas y que por ello me tenían que gustar y que, por ende, no me entonaban la vida, hoy iniciamos una nueva era playlist-era. Mi playlist tiene canciones buenas (no porque yo digo sino porque la crítica las aclama —jajajaja) pero aunque me encanta revisar la listas de las mejores rolas según varios conocedores (como las listas de la Rolling Stone ) y puedo apreciar las canciones, no todas me hacen sentir bien y algunas ni siquiera me hacen sentir algo. Mi playlist tiene canciones que yo considero buenísimas y que no aparecen en lista alguna pero que me elevan al cielo y "cuidan" mis emociones. Así como se dice eso de que de la moda lo que te acomoda , igual de la música. Y es que a una canción buena se le puede apreciar, a una canción de moda se la puede disfrutar, pero de ahí a meterlas a tu playlist , ese que pones para motivarte, alegrarte, ...

Arte y política

Hace tiempo ya que el arte dejó de ser arte para convertirse en producción. Hace tiempo ya que el arte abandonó la inspiración para conformarse en las maneras y modos que convienen a la venta. Hace tiempo ya que el arte dejó de ser transgresor desde sí mismo para convertirse en imagen de una visión de mundo. Antes me preguntaba si el arte tenía un deber para con el pueblo, si el arte debía tener una posición política. Ahora pienso que ello es ya abandonar el arte para convertirse en publicidad. El arte no se debe a nada ni nadie, el arte —como también la filosofía, la religión— no debieran de servir a nadie ni tampoco montarse sobre eventos con el puro fin de la notoriedad o la moralina. El arte abre y al abrir comunica, no lo que quiere decir el pintor, sino lo que la apertura per se le dice al espectador. El arte tiene sus materiales y sus técnicas, el arte presenta formas en un espacio limitado, pero cuando es arte  trasciende todo ello y habla lo que no tiene voz. ...