Hay una corriente psicológica que se llama logoterapia y se centra en la cuestión del sentido de la vida. La cosa es que siempre hay un sentido aunque ahora no lo conozcamos, puede ser que el sentido ahora sea encontrar ese sentido. Mucho se enfoca en el sentido de los eventos que ya han ocurrido pero hay poco sobre el sentido del ahora para poder seguir con el mañana.
La primera vez que leí El hombre en busca de sentido cuestionaba el que se buscara algún sentido "afuera", en los otros, en la ocupación y que no fuera suficiente la vida por sí misma. ¿Por qué no es suficiente sentido el simplemente vivir? Me parece que no lo entendía entonces. Los seres humanos no nos dedicamos a simplemente vivir justamente por el ejercicio mental que nos hace seres humanos: el recordar, el proyectar y con base en ello crear una identidad que asienta el derecho de estar aquí ahora, esto es, el presente es cuestión de sentido. Un presente sin sentido es una nada, es como estar suspendido a causa de la falta de una justificante o un razonamiento. Algunas tradiciones han volteado hacia la trascendentalidad, hacia poner el foco del sentido más allá del sujeto y la han resuelto creando entidades divinas y también pensando en la compasión o el ser con los otros. Dicen que cuando te enfocas en alguien más, en un ideal, en el sufrimiento de otro, encuentras la realización. Creo que eso es lo que han utilizado las naciones, los movimientos políticos: han dado un motivo más allá del sujeto para que efectúe acciones que ponen en peligro la existencia de él mismo.
Han habido científicos que han arriesgado su vida por probar alguna de sus teorías. Los soldados creen que son parte del bando de los buenos. Los narcotraficantes, los manifestantes, los voluntarios de la salud, los misioneros… todos tienen en mente algo más allá de su propia subjetividad porque la arriesgan, se ponen en juego, apuestan su vida e incluso ponen en riesgo la vida de otros por llevar a cabo sus objetivos. Si quitamos ese algo más que es completamente arbitrario y pensamos en nuestra transitoriedad, en la improbabilidad de que hubiéramos existido y en la eminente muerte sin más, ¿qué queda?
¿No es mejor renunciar a todo posible sentido absoluto, general, superior como algo cognoscible y ser más humilde y llenarse del sentido inmediato de cada momento que se abre ante nosotros? ¿Y si no se aferra uno a una idea no estaríamos desactivando todos los posibles logros humanos? ¿No será todo cuestión del "lugar" desde el cual alimentamos la idea y la energía para continuar con esa idea? Aunque, qué sería del mundo sin el sufrimiento implacable de Van Gogh, la imposibilidad del descanso mental de Chaikovski, la ceguera de Borges, la sordera de Beethoven, la necesidad de orden de Kant, la irrupción de Estados Unidos en Japón y el cuestionamiento moral y espiritual de Nishida y Tanabe, la certeza de una muerte prematura no cumplida de Kierkegaard, la neurosis de Freud…
¿Es posible entender una montaña sin su valle? y lo que es más, ¿es posible experimentar la montaña y el valle sin entenderlos por separado? ¿Es posible no elegir y dejarse envolver por una gama cambiante de claroscuros? ¿Es posible dejar de analizar, rendirse y responder al momento con todo lo que se lleva dentro y luego dejarlo ir? ¿Es posible otro tipo de sentido que el sentido del logro?
La primera vez que leí El hombre en busca de sentido cuestionaba el que se buscara algún sentido "afuera", en los otros, en la ocupación y que no fuera suficiente la vida por sí misma. ¿Por qué no es suficiente sentido el simplemente vivir? Me parece que no lo entendía entonces. Los seres humanos no nos dedicamos a simplemente vivir justamente por el ejercicio mental que nos hace seres humanos: el recordar, el proyectar y con base en ello crear una identidad que asienta el derecho de estar aquí ahora, esto es, el presente es cuestión de sentido. Un presente sin sentido es una nada, es como estar suspendido a causa de la falta de una justificante o un razonamiento. Algunas tradiciones han volteado hacia la trascendentalidad, hacia poner el foco del sentido más allá del sujeto y la han resuelto creando entidades divinas y también pensando en la compasión o el ser con los otros. Dicen que cuando te enfocas en alguien más, en un ideal, en el sufrimiento de otro, encuentras la realización. Creo que eso es lo que han utilizado las naciones, los movimientos políticos: han dado un motivo más allá del sujeto para que efectúe acciones que ponen en peligro la existencia de él mismo.
Han habido científicos que han arriesgado su vida por probar alguna de sus teorías. Los soldados creen que son parte del bando de los buenos. Los narcotraficantes, los manifestantes, los voluntarios de la salud, los misioneros… todos tienen en mente algo más allá de su propia subjetividad porque la arriesgan, se ponen en juego, apuestan su vida e incluso ponen en riesgo la vida de otros por llevar a cabo sus objetivos. Si quitamos ese algo más que es completamente arbitrario y pensamos en nuestra transitoriedad, en la improbabilidad de que hubiéramos existido y en la eminente muerte sin más, ¿qué queda?
¿No es mejor renunciar a todo posible sentido absoluto, general, superior como algo cognoscible y ser más humilde y llenarse del sentido inmediato de cada momento que se abre ante nosotros? ¿Y si no se aferra uno a una idea no estaríamos desactivando todos los posibles logros humanos? ¿No será todo cuestión del "lugar" desde el cual alimentamos la idea y la energía para continuar con esa idea? Aunque, qué sería del mundo sin el sufrimiento implacable de Van Gogh, la imposibilidad del descanso mental de Chaikovski, la ceguera de Borges, la sordera de Beethoven, la necesidad de orden de Kant, la irrupción de Estados Unidos en Japón y el cuestionamiento moral y espiritual de Nishida y Tanabe, la certeza de una muerte prematura no cumplida de Kierkegaard, la neurosis de Freud…
¿Es posible entender una montaña sin su valle? y lo que es más, ¿es posible experimentar la montaña y el valle sin entenderlos por separado? ¿Es posible no elegir y dejarse envolver por una gama cambiante de claroscuros? ¿Es posible dejar de analizar, rendirse y responder al momento con todo lo que se lleva dentro y luego dejarlo ir? ¿Es posible otro tipo de sentido que el sentido del logro?
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