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Dejar ir y tener esperanza

Mi mamá tiene 84 años, extraño la que era antes de la pandemia, cuando podíamos salir a comer, cuando ella podía tener una vida social, cuando ella sentía que tenía cierta independencia. El encierro ha sido la puerta una vejez en la que para ella su vida ya no tiene sentido.

Mi mamá vive muy lejos de donde yo vivo. La extraño. Cuando la voy a ver no parece disfrutar mi presencia, al contrario. Su frustración sale conmigo y todas las veces he sido incapaz de contenerla ni de soportar lo que dice ni la forma en como me mira. Tampoco estoy yo en la mejor situación anímica. Dentro de todo lo difícil que ya es la pandemia en sí, tengo que irme haciendo a la idea de dejar ir la ilusión de volver a la relación que tenía con ella con todo y sus deficiencias.

Mi mamá ha perdido la confianza en mí. Me mira con sus ojos hinchados incrédula de tener a la hija que ella está "viendo". Nada de lo que le diga la hace cambiar de opinión. Entiendo que una parte de ella prefiere ver eso en mí que su decaimiento en ella.

Estos años parece que marcan una época de dejar ir.

Adelante se abre otro camino. ¿Qué tan difícilmente será? No lo sé espero que no mucho, espero en todo caso tener la fuerza, espero que sucedan milagros, ¿por qué no?

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