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Pato Frio Cashmere Rosé

…Y entonces te dan las llaves del cielo y entras.

Para entrar al cielo no sólo necesitas la llave, también requieres de encontrar la cerradura en la que la llave puede girar y abrir. El cielo tiene múltiples llaves y múltiples cerraduras. El cielo es una mezcla de querer-entrega-abandono-placer que no espera nada y se abre por un instante que puede darte (te entrega a ti mismo) para toda la vida.

La entrada al cielo sucedió en Lisboa, en un local de Bairro Alto llamado Lisbon Winery y pude constatar la efectividad de la llave y la cerradura en una siguiente ocasión, así es, le hice la prueba de la comprobación (vil método científico para semejante experiencia re-ligiosa —el guión especifica aquí una experiencia que vuelve a ligarte contigo mismo). Supe con certeza que no había sido mi imaginación, que la combinación era efectivamente real lo cual me dio mucha mucha felicidad justamente porque es algo que puedo compartir. Claro que está complicado que cualquiera haga la prueba de manera inmediata pero si se organiza uno, o si se da la ocasión, recomiendo ampliamente hacerse disponible para el cielo.

Así que en Lisbon Winery aprendí lo siguiente: para entrar al cielo hay que prepararse, que es algo así como vaciarse e irse enamorando poco a poco. En el cielo no entran las prisas, las comparaciones ni los simulacros. Al cielo se entra humilde, no como conquistador sino como conquistado. Quien quiera salir a conquistar ya ha perdido pues entre más se acerca el emprendedor, más se aleja el cielo que nunca nunca será una presa.

Parafraseando a Heidegger: yo sólo quiero no querer, he de aproximarme a la entrada a la comarca con la vista baja como quien enaltece lo que habrá de venir sin premuras hacia uno, he de aproximarme como singularidad pero nunca como subjetividad, he de aguardar en lo abierto a la mismísima aperturidad.

¿Cómo abrir el cielo con Pato Frio Cashmere Rosé?

Está claro que por ser un rosé se agrega un grado de complejidad porque nunca te va a llenar la boca como un tinto ni tampoco lo vas a sentir tan "limpio" como un blanco, así que lo primero es no esperar nada de inmediato, es más, no esperar nunca nada, simplemente disponerse al silencio para que el vino diga lo que tiene que decir… los rosados son tímidos y a veces tanto que molestan. Claro, no cualquiera puede producir un rosado con personalidad… algún día sabré más de sus peculiaridades, mientras tanto bebo.

Pato Frio Cashmere Rosé está elaborado en su totalidad con la uva Touriga Nacional de la región de Alentejo en Portugal. ¿Portugal? ¡Sí! Este país tiene increíbles productos gastronómicos. Es una lástima que no estén tan comercializados y poco se sepa de ellos pero, por el otro lado, está muy bien así porque su valor en cuanto a posibilidad de experiencia es enorme. Uno va a Portugal y hay que llevarse muchas cosas puestas —vividas— y dar gracias y esperar un día volver. En comparación a Francia, Italia y España, Portugal "peca" de discreción.

Pero sigamos…

Para abrir el cielo con Pato Frio Cashmere Rosé se requiere apetito sin llegar a que sea hambre desmedida. Si has realizado actividad física, mejor; el ejercicio dispone al cuerpo a una apertura natural. Luego, es primordial la preparación que comienza con limpiar la boca: tomas dos o tres tragos de agua, esperas, comes un pequeño trocito de pan (preferentemente del tipo campesino), esperas, ahora tomas otro pedacito de pan con un poco de aceite de oliva extra virgen preferentemente suave y lo comes, esperas deleitándote con el aceite en tu paladar, lo que sigue es disponer tu paladar al rosé con unos tragos de vino blanco muy suave (más bien seco que afrutado) y entre trago y trago (no más de tres) sigues con pedacitos de pan con aceite (tragos pequeños, pedacitos de pan pequeños —no quieres saciarte—), esperas. Tu boca, tu cuerpo, tu espíritu se han despertado a la apetencia, ahora ya estás listo para entrar al cielo: descorchas el Pato Frio Cashmere Rosé y dispones ante ti unos dos trozos de queso O Pica (que es un queijo de mistura, es decir una mezcla de leche de oveja, cabra y vaca con chile) de la región de Santiago da Guarda y del productor Prado do Sicó. Ahora puedes llorar, quedarte sin palabras, estar en un estado de negación ante una belleza desmedida… ahora puedes sentirte parte innegable del cielo. Bienvenido.

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