Carrera del Día del Padre

Este año me resigné a sólo ser una espectadora pero la resignación no me libró de sentirme absolutamente triste.
Estando parada cerca de la meta y ser testigo de los músculos que llegaban agotados, las caras de felicidad por el logro, los ojos en los cronómetros, el sudor en la ropa, él último esfuerzo de los cien metros, los aplausos de quienes esperan... no me hacían más que recordar mi experiencia del 2007 y prometerme no faltar a la carrera del 2010.
Yo corro por la vida. A mí no se me escapa.
Comentarios
yo también!!!
que no se te escape el 2010 eh?
olivia
¿Disfrutaste la carrera?
Fue la primera vez que la corro... la vista es maravillosa...
2010 es la edición 30... vale estar ahí no??
Pues entonces es una cita!
:-) Abrazo!
olivia