Sentirse bien, de camino
En cuestiones de qué es lo que lo hace a uno sentirse bien no está nada escrito y mucho menos escrito para siempre. Lo que te hace sentir bien hoy, quizá mañana ya no te funcione. La fórmula que encontraste para estabilizar tu estado anímico tiene caducidad. ¿Por qué? Porque no eres el mismo, ni tus emociones, ni tus pensamientos, ni lo que sabes, ni lo que recuerdas, ni lo que puede procesar tu estomago, ni nada es igual. Vaya, que no hay un "yo" fijo al que le funcione siempre lo mismo.
Así que nunca llegamos, siempre andamos de camino. Quien llega ya puede morirse (quizá ya esté muerto). Y el camino nunca es retransitado, ni regresas, ni pasa por ahí nadie, ni hay señales y mucho menos un mapa.
Sentirse bien es hacer del camino un paseo. Ahora necesitas sombrilla, ahora necesitas suéter y luego hasta una vara para ayudarte a caminar que más adelante soltarás porque te estorba. Preguntar por qué caminar o para qué caminar es como preguntar por qué vivir o para qué vivir. No hay respuesta. Toda respuesta sería una señal en el camino y no hay señales posibles en un camino que recién se está descubriendo.
Así que nunca llegamos, siempre andamos de camino. Quien llega ya puede morirse (quizá ya esté muerto). Y el camino nunca es retransitado, ni regresas, ni pasa por ahí nadie, ni hay señales y mucho menos un mapa.
Sentirse bien es hacer del camino un paseo. Ahora necesitas sombrilla, ahora necesitas suéter y luego hasta una vara para ayudarte a caminar que más adelante soltarás porque te estorba. Preguntar por qué caminar o para qué caminar es como preguntar por qué vivir o para qué vivir. No hay respuesta. Toda respuesta sería una señal en el camino y no hay señales posibles en un camino que recién se está descubriendo.
Comentarios