La tarea más difícil

Estás ahí, en tu vida, haciendo lo que comúnmente haces y por un momento, que a veces parece eterno, te preguntas qué sentido tiene todo esto.

Miras a tu alrededor y en realidad no encuentras nada distinto de ayer. El sol está ahí como siempre y así de eternos se te figuran el televisor y la silla que ocupas cuando comes; así de eternas se te antojan tus costumbres al igual que tus preocupaciones. Te detienes o algo te detiene —porque bien podrías ignorar lo que te pasa y seguir con el día así como hiciste ayer—. Podrías tomar uno de tus muchos pendientes y dedicarte a él pero no encuentras motivación alguna para moverte porque ¿qué sentido tiene todo esto?

Te sacrificas, te entretienes, haces como que sabes a dónde vas o qué quieres. Te esfuerzas y también holgazaneas y en ningún caso parece que lo haces con alguna suficiencia que te deje alguna sensación de saciedad, al contrario, te cansas de ello. Te esfuerzas. ¿Para qué? Igual terminarás muriendo. La tarea más difícil está frente a ti: ¿cómo vivir la vida para que te signifique realmente algo? ¿Cómo es una vida que vale la pena ser vivida?

Cuánto habrás de ocuparte para luego entregarte al ocio sin culpa. Cuánto habrás de estar en el ocio para entregarte a la labor deseoso. Cuánto habrás de cuidar tu salud para que te de vida y no te la quite. Cuánto habrás de privarte para obtener y cuánto puedes obtener sin privarte. ¿Sabes cuánto?

Y encima de tus cavilaciones personales te las tendrás que ver con el predicamento de hacerte un lugar en este mundo y proteger tu espacio y a ti mismo. Encima de tus angustias personales está la cotidianidad a la que te arrojan tus circunstancias como el país en el que vives, tu género, tu estado de salud, tu estatus social y económico. Demasiadas variables. Y todo esto ¿para qué? ¿Por que la lucha de la vida? ¿Qué la justifica?

¿Es suficiente una sonrisa? ¿Un abrazo? ¿Reconocimiento? ¿Un mes de vida en el banco o quizá un año? ¿Qué necesitas poseer para que valga la pena todo esto?


P.D. Me he encontrado esta cita días mas tarde que me permite extender este cuestionar:
La falta de salidas obedece más bien al hecho de que, en el camino que el mismo [el hombre] traza, siempre es repelido hacia atrás y por atascarse en dicho camino, se enreda en lo ya trazado, delineando en este enredo el círculo de su mundo y enmarañándose en la apariencia, de tal manera que se excluye del ser. (Martin Heidegger, Introducción a la metafísica, p. 145)

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