Ir al contenido principal

Y ha llegado el momento

Cuando ya no es suficiente correr, cuando kilómetro tras kilómetro ya no trae más esa paz, es momento de cambiar.

5, 8, 10 K. El cuerpo entra en su propio ritmo, la conciencia le acompaña como observadora, se siente todo el cuerpo, se escucha el corazón, el aire se expande en los pulmones, se entrecierran los ojos y en activo se experimenta un estado meditativo. Acaba el ejercicio, se interrumpe el estado. Te recuperas y vuelve la conciencia a tomar el control, el espacio entre uno y otro estado es breve como va siendo tu capacidad de recuperación. Ya no es suficiente ese espacio que abre la carrera para estar sin otro propósito que estar. Hay que hacer algo. 

La lectura crítica te lleva a encontrar el innegable absurdo. El ejercicio te recuerda el cuerpo. La música te devuelve los sentimientos observados, pausados. El diseño te devuelve la esperanza que trae consigo lo bello. Y de pronto ya no es suficiente para tener ganas de estar. 

¿Por qué vivir? Ahora sé que la pregunta está de más. Creía que por la vida misma porque todo lo demás pasa, se acaba, te deja, se va. La vida por sí misma para el ser que piensa no es suficiente. La conciencia es un don con su respectivo costo. Hay que otorgar sentido. El sentido es uso y el uso repetido es un sentido que se enmohece, que se gasta. Nada es sostenible. Aquí no hay lugar para el descanso, hay que moverse. No es necesario ir a la luna, esa es una idea provocadora con gran capacidad de desencanto. 

Me quedé pensando, preguntándome hacia dónde quería ir. Me di cuenta que ya no sabía más, en términos generales podía describirme una tendencia. Los detalles se construyen según la vida va dando y a veces reparte fichas distintas al juego en la mano, pero hay que seguir jugando. Quien tenga fichas en la mano (vida) tiene la obligación de seguir jugando porque tal es el ejercicio de ser en el mundo. Hay que seguir siendo aquí y hay que seguir siendo con sentido propio. 

Moverse a cualquier lado es negar la conciencia de sí. Siempre hay que moverse desde uno mismo y para uno mismo. Desde "aquí" nace el cambio, "allá" es un lugar que no tenemos, caminamos desde "aquí". ¿Para dónde muevo el pie desde donde estoy?

Más clases, más libros, regreso a hábitos pasados... Esto no funciona, no funciona el más de lo mismo ni más de lo que solía hacer. ¿Cómo me re-encuentro sin recurrir a lo que ya sé? 

Prové lo que no había intentado antes dentro de mis gustos. Duele al principio. Igual seguí ese impulso de dentro que te anima sin decir palabra.  Cada quien puede reconfigurar sus significados sin hacer algo así como una reingeniería. Yo levanto un módico peso veinte veces por tres con cada parte de mi cuerpo y he vuelto a respirar y a mirarme como proyecto. Estoy decidida a nunca ser algo acabado. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Qué chulada de maíz pinto

Crecí oyendo a mi papá decir con enjundia "¡Qué chulada de maíz pinto!" cuando le veía las piernas a mi mamá y después se las estrujaba con las mega-manotas que Dios le dio. Hasta hace poco no tenía una clara idea de lo hermoso que es el maíz azul (con el que hacen las tortillas azules que saben a gloria) hasta que de golpe lo vi en el mercado de Xochimilco, esta foto no me dejará mentir, su belleza es asombrosa.

Arte y política

Hace tiempo ya que el arte dejó de ser arte para convertirse en producción. Hace tiempo ya que el arte abandonó la inspiración para conformarse en las maneras y modos que convienen a la venta. Hace tiempo ya que el arte dejó de ser transgresor desde sí mismo para convertirse en imagen de una visión de mundo. Antes me preguntaba si el arte tenía un deber para con el pueblo, si el arte debía tener una posición política. Ahora pienso que ello es ya abandonar el arte para convertirse en publicidad. El arte no se debe a nada ni nadie, el arte —como también la filosofía, la religión— no debieran de servir a nadie ni tampoco montarse sobre eventos con el puro fin de la notoriedad o la moralina. El arte abre y al abrir comunica, no lo que quiere decir el pintor, sino lo que la apertura per se le dice al espectador. El arte tiene sus materiales y sus técnicas, el arte presenta formas en un espacio limitado, pero cuando es arte  trasciende todo ello y habla lo que no tiene voz. El

Todo va a estar bien, o no: el absurdo de la existencia humana

Llevo varios meses leyendo de a poquito "Vivir la lucidez" de Albert Camus. Para beneplácito o agobio de los que me siguen el Facebook, he estado compartiendo algunas citas, muchas de las cuales tiene que ver con lo que me ocupa en ese momento. Coincidencia o no, así ha sucedido. Hoy, al despertar, me encontré con varias citas de Emil Cioran que, al igual que Camus, trabaja el absurdo. No había leído nada de Cioran antes porque tiende a ser muy depresivo. Pero estos tiempos mi ánimo ha decaído algo y las preguntas por el sentido de la vida han vuelto a emerger, así que no es de extrañar —al menos para mí— que se hayan conjuntado Camus, Cioran y una película de Win Wenders ( Every Thing Will Be Fine , 2015). De modo que aquí estoy con un algo entre la boca del estómago y el centro del pecho (¿tiene nombre ese lugar?), tratando de poner orden a esto y dejarles algo para su propia reflexión, si tienen el ánimo para seguir leyendo. Me preguntaba hace unos días sobre el sentido de