De letras y pasos

Estaba releyendo a Matt Haig, pluma verde en mano para marcar para siempre las frases que resuenan conmigo, cuando recordé cómo algunos libros me han acompañado, apapachado, abierto los ojos, señalado algo importante a lo largo de mi vida. Recordé que han habido ocasiones en que los libros lo han sido todo y que como Haig, alguna vez pensé que: «Si juntas todos los libros, tienes la suma final de la humanidad.»

Creo que yo empecé a escribir gracias a que mi mamá me regaló un diario. Nunca pude desarrollar una entrada con el típico "Querido diario" porque me quedaba atorada. No le escribía al diario, tampoco me escribía a mí misma, pero sí que escribía para "alguien". Sentía que lo que escribía formaba parte de la humanidad y eso me dio un sentido de pertenencia y de que podía aportar algo.

Escribir es terapéutico. Te ayuda a darte cuenta de cosas que no sabías que tenías adentro. Puedes ver que contigo traes a la humanidad.

Escribir te ayuda también a replantear la forma en como sueles ver las cosas. Por ejemplo, piensas que "esto" que está pasando es un mega-problemón, entonces al momento de escribir sobre ello te das cuenta de que exageras y que como todo en la vida no hay más que dar un paso a la vez (pero hay que darlo y seguirlo dando). Te das cuenta que caminar es parte de la vida pero que la vida no la caminas toda de una vez y en un instante y que quizá el primer paso sea suficiente para traspasar el umbral de la lluvia o te de una perspectiva distinta desde la que puedes ver el sol. Pero hay que caminar. Caminar es una práctica de todos los días. No estás obligado a recorrer grandes distancias cada día, a veces un paso basta, a veces estás inspirado y caminas un poco más. Mientras caminas el paisaje cambia, siempre cambia.

Me gusta escribir lo que voy viendo en el camino y también lo que imagino que hay detrás de esa montaña o lo que me espera más adelante cuando todo lo veo oscuro. A veces imagino cómo vería el paisaje si fuera otra persona. El paisaje es el paisaje pero lo podemos interpretar de mil maneras. Puedes bailar bajo la lluvia o enojarte porque se mojan tus zapatos o se te deshacen lo rizos. La lluvia es sólo la lluvia.

Escribir es terapéutico porque te das cuenta que sabes más de lo que crees. Escribir es una forma de conectarte a la biblioteca de la humanidad que a través de ti cuela uno que otro dato maravilloso.

Caminar es vivir y vivir es aventurarse. Aventurarse es ceder el control, dejarse ser.

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