Residuos humanos
Conformados en un grupo, el que sea, ya uno no es alguien sino sólo un número, un cuerpo que ocupa hoy un lugar y que de faltar, hay más que reservas de cuerpos que ocupen las vacantes etiquetadas con los más variados nombres que nos hacen cerrar los ojos a lo que en realidad son: residuos humanos.
Si todos esos cuerpos esperan a que alguien o algo los rescate de su calidad residual, bien se pueden quedar esperando. El rescate comienza con la reconstitución de ser y del ser sólo puede dar cuenta el ser mismo.
El ser no puede ser nombrado, por ello no puede ser un inventario de acciones y posiciones, mucho menos de posesiones; el ser no es una cosa, no es un cuerpo moldeable por más que se perfume y vista acorde con el lugar donde le tocó estar; de los cuerpos se pide que hagan actos camaleónicos para perderse así mismos y lograr así sobrevivir (como residuos humanos).
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