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Mostrando entradas de mayo, 2011

El ojograma de la historia

La película documental de Marcelo Schuster fue presentada en el Museo de Arte Carrillo Gil en calidad de gratuita y con apertura para el debate de la visión de Alexander Kluge deconstruida por Schuster. El diálogo filosófico entregó discusiones sobre la filosofía de Benjamin, Adorno, Marx y el exquisito Nietzsche entre un montón de referencias que pusieron en la mesa los asistentes: Derrida, Foucault. Una discusión propia para después de una película cargada de imágenes y frases que querían decir más de lo que mostraban. De entre todo lo que se puede discutir de la película, me gustaría dejarles lo siguiente: se habla de un edificio construido por trabajadores de la FDA con acero sueco de la mejor calidad. El edificio no existe más, fue derrumbado, pero el acero fue comprado para construir otro edificio, los trabajadores de la FDA, se dice, siguen en ese nuevo edificio. No pude evitar cuestionarme por qué se relacionan los de la FDA con el acero sueco. Al final creo que es como

Es lunes (cuento)

Por Flor Coss A veces el mundo duele, y duele tanto que lo mejor es dejar que pase el tiempo tratando de hacer el menor ruido posible. Atender el puesto; despachar dos, tres, los que sean, tacos; picar cebolla, partir limones; hacer como que se hace algo sin estar; recoger desperdicios (de los que sí se pueden recoger), limpiar platos, mirar el cazo y ver cuánto falta por vender. A veces uno está tan seguro que la vida no tiene ningún propósito, que mirar a la gente que viene a comprar al mercado le hace a uno sentirse como espectador de la película más irónica jamás ideada. Vivir duele; no vivir, quién sabe... dicen que no... ojalá. Uno tiene planes: estudia, se hace uno de un buen trabajo, se casa, tiene hijos y, en lugar de tener una linda casa con olor a comida recién hecha saliendo de la cocina, con cuartos ocupados de risas y esperanzas, con cosillas menores como rodillas raspadas, tareas no cumplidas y pesadillas nocturnas, uno acaba solo a mitad del mercado de los lunes s

Entre charlatanes te veas

Charlatán es alguien que engaña para obtener algún beneficio. Se usa la palabra para calificar a quienes practican lo que no puede ser probado: curanderos, gurús, espiritistas, clarividentes, canalizadores, etc. Pero el término bien puede ser usado con políticos, científicos, investigadores, educadores, empleadores,... bueno hasta familiares, conocidos y supuestos amigos. La motivación de un charlatán se encuentra dentro de cualquier persona: el deseo de ser amado, el deseo de poder, el deseo de figurar entre los demás; somos muchos, el trabajo no es fácil. Con la palabra charlatán podemos descalificar a medio mundo, a veces con conocimiento y las más sólo con suposiciones o medias verdades. La verdad es que nadie es infalible pero tampoco eso es pretexto. Día con día se enfrenta nuestro lado oscuro con nuestro lado luminoso; el lado luminoso, más sutil, no es tan persistente como el lado oscuro. De lo que hablo es del enfrentamiento entre el ego o la mente y la consciencia o sab

Rescatando al Ser

El ser humano avanza sobre sus creaciones, la tecnología expande sus limitados órganos sensoriales, construye teorías de todo cuanto cree dominar, de todo cuanto ha construído. El hombre crea la teoría computacional y luego la vuelve sobre sí, a manera de metáfora, para explicarse a sí mismo y a sus mayores inquietudes: su origen y su fin. ¿Qué sucede cuando se apaga una computadora? Bueno, lo mismo que te sucederá cuando mueras; nada más claro y evidente para quien sólo concibe lo que conoce como evidencia y prueba suficiente, nada más lógico para quien lo no comprobable o modelable no existe. Es cierto que resulta ridículo pensar en un creador de lo que vemos cuando creador y universo son lo mismo. No hay un "allá afuera" o "acá adentro", todo es cuestión de percepción, por ejemplo: los buenos no están arriba y los malos abajo, primero porque lo bueno y lo malo es relativo a quien lo percibe y después porque pensar en escalafones donde ocupas un lugar (¿quié

U2, a un paso de lo sublime

U2 está en el límite de lo que Kant llamaría sublime (inadecuación de la estimación estética). Esto no es ningún piropo, no se crean, por el contrario es justo mi manera de explicar el gran sentimiento de displacer que me causó ver semejante monstruosidad proveedora de efectos lumínicos y sonoros que me arrebató el sentido de ver a un grupo que antes se catalogaba dentro del rock alternativo. ¡Ja, ya no más! Me pregunto: exactamente, ¿a qué acudieron los miles de espectadores al Estadio Azteca este mayo 11, 14 y 15? ¿A qué acudirán después cuando oigan que se trata de U2? Opción 1: a un concierto de rock, opción 2: a un espectáculo de luz y sonido, opción 3: a perder todo sentido de la proporción. Esto ya no se trata de música, se trata de impactar visualmente, darle un golpe vibratorio al cuerpo (irrumpir en los latidos)... saturar los sentidos. Qué forma tan rápida de desensibilizarse, quizá para algunos la mejor forma de no estar por tres horas en este mundo. Por lo demás,

Maíz criollo (pte 1)

Desde hace mucho tiempo tenía la inquietud de mirar el maíz criollo, de asegurarme de alguna manera que todavía existe. Bueno, pues lo encontré y no muy lejos: en Tlahuac. Afortunadamente por esos lugares aún hay gente que cultiva la tierra sólo por placer y que ha decidido que no importa que otras semillas de maíz crezcan más rápido o que se las regalen, prefieren seguir cultivando sus propias semillas. Una vez que encontré el contacto, me decidí a aprender a cultivar el maíz. Así que cita hecha me desperté a las 4:30 am para llegar a las tierras antes de que saliera el sol. El punto de hacerlo tan temprano es que uno aguanta más sin el sol cayendo de lleno y que hay que sembrar todo el terreno de un jalón. Primero hay que limpiar el terreno, remover la tierra. Luego hacer los surcos (benditos tractores), hice algunos cuantos surcos con la lengua de fuera y concentrada como si estuviera en clase de dibujo técnico. Luego se cuelga uno en la cintura una cubeta cargada de semil