Poder y no poder

Me senté en el escritorio con la intención de hacer journaling. Dispuse la vela, el papel para recortar y pegar por aquí y por allá. Entonces, Siri dijo: "Weverse mandón una publicación que no puedo leer", y pensé: En la vida hay cosas que podemos y cosas que no podemos hacer, nada mejor como aceptarlo sin aspavientos, así como Siri.

También hay días en los que uno está bien, y días en los que no. Días soleados y días nublados, indistintamente si tengamos o no una explicación para ello. Aceptémoslo sin aspavientos, me digo para tratar de disminuir la presión de "tener que estar bien".

Hoy hace frío y no me gusta. El frío se apodera de mis manos y de mis pies; una incomodidad más.

Para arreglar algo a la medida de mis posibilidades, me he esmaltado las uñas y he venido a escribir aquí. (Aunque "debiera" estar escribiendo en Inkitt).

La verdad es que se me antoja más ponerme a leer cubierta de una frazada suavecita. "Pero es lunes", me digo incomodando todavía más.

Últimamente me he estado cuestionando sobre la naturaleza de la humanidad. Vivimos y morimos sin excepción. En el ínter, un montón de cosas, la historia de la humanidad entera (logros y fracasos, anhelos y temores… ¿para qué?). 

Hay quien quiere extender su vida a base de sus obras, de su descendencia,… sus logros (dicen). Yo no quiero extender mi vida, yo quiero darle sentido. "Todo esto que he vivido, ¿para qué?", me pregunto. Quizá la respuesta sea un preve: para nada.

¿Qué significado ulterior puede tener el beberse una taza de café?

Dentro de la educación que recibí en mis años de formación, el "hacer las cosas por que quiero" nunca entró en la ecuación.

Aquí voy a dejar este texto, porque ya se me activo el modo prescriptivo (ya saben, ese que trata de encontrar un discurso edificante).