Mi último entrenamiento del 2021
Voy caminando por el circuito en el que entreno. La frecuencia cardiaca va descendiendo suavemente. Este es mi mejor desempeño del año pero aún estoy lejos de recuperar mis tiempos de cuando entrenaba para 21K. Está bien, muy bien. Estoy mucho mejor que en junio.
En junio 2021 me sentí muy desesperada. Decidí comenzar a salir de casa y caminar de nuevo. Estoy recuperando a mi cuerpo. Es difícil comprender, cuando no lo has vivido, que a veces el cuerpo grita que NO; a veces no depende de tu voluntad.
Hoy me siento con esperanza y estoy planeando ya ir bajando el tiempo que me toma hacer 5K. Cuando logre reducir 10 min y termine como si nada, empezaré a aumentar la distancia. Entre tanto, intercalo caminatas de 9K. Ese es el plan y sé que todo puede cambiar.
Todo puede cambiar. Eso he aprendido estos años. El 2021 me enseñó que sí que todo puede cambiar pero que eso no me impide soñar, hacer planes aunque los tenga que cambiar mil veces.
Lo que uno piensa que no haría nunca, lo que uno no desea que suceda, puede pasar… y luego no está tan mal, y si que se puede seguir disfrutando.
Mientras haya vida hay elección, hay posibilidad.
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