Cursos de ángeles
¿Por qué alguien quisiera tomar un curso de ángeles?
Yo tomé uno hace unos años. Mi razón es que quería saber más de los ángeles y, sobretodo, conocer quién era mi ángel. Parece razonable pero semejante intención ya tiene un problema fundamental que tiene justamente qué ver con la esencia de los ángeles.
Para ir a un curso de ángeles primero necesitas creer en los ángeles. Para no ir a un curso de ángeles (dejando a un lado la falta de interés o la idea, completamente racional, de que es un conocimiento inútil) necesitas comprender en qué es exactamente en lo que crees. Para comprender exactamente en lo que crees no necesitas ir a ningún curso de ángeles, lo que sí necesitas es cuestionarte y responderte honestamente y quizá dialogar con alguien a quien le interese el tema, tenga un pensamiento crítico y no le interese tu dinero o tu afiliación.
Si quieres saber de ángeles, puedes leer la Biblia. Ahí encontrarás el quehacer angelical y podrás darte cuenta que no tiene nada que ver con tu realidad cotidiana. Otra opción es ver varios videos de YouTube al respecto, no uno ni dos, varios; entre más videos mejor, así tu razonamiento no estará sesgado y comenzarás a darte cuenta de las inconsistencias. Hay un libro de Swedenborg si tu interés es genuino: Sobre el cielo y sus maravillas y sobre el infierno; si te da flojera leerlo, no es que quieras saber de ángeles sino que más bien quieres regodearte en la parafernalia angelical y sentirte conectado con un más allá cuando aún no puedes ni conectar contigo. Así las cosas.
Puedes tener una curiosidad intelectual y ponerte a averiguar de las jerarquías y similitudes en otras culturas distintas a la judeo-cristiana. Y está muy bien porque es una curiosidad sobre el mito y sobre cómo impacta aún en nuestra sociedad moderna. Esto es a lo que se puede aspirar intelectualmente. Ahora, si lo que quieres es una experiencia mística, no requieres un curso, sólo requieres fomentar la idea de tener tal experiencia, es decir, autosugestionarte.
Supongamos que tu intensión es más bien espiritual en el sentido de que has tenido experiencias que no puede explicar y no tienen nada que ver con el pensamiento mágico-cómico. En ese aspecto, no importa que les llames ángeles, entidades, energía, lo que importa es cómo te sientes al respecto. Si no sientes tranquilidad, paz, calma, confianza, no es el tipo de experiencia que quieras seguir teniendo, así que simplemente tomas la decisión de ya no tener esa experiencia. Si tomas un curso para entender lo que te pasa quiere decir que eres masoquista, que no puedes explicar lo que sientes y que confías en que alguien más te diga lo que estás experimentando.
Si nunca has tenido una experiencia espiritual y quieres tenerla, primero aprende a meditar. Meditar es controlar tus pensamientos inútiles, tus cavilaciones y tus imaginaciones. Meditar es aprender a tener una relación con la experiencia de ser tú.
Si ya has tenido experiencias espirituales, te sientes en calma, incluso te dan alegría y le llamas a eso contacto angelical ¿para qué quieres ir a un curso? No lo necesitas. Todo curso en el que te someten a experiencias en las que tu no llevas el control se llaman lavado de cerebro y lo único a lo que te conducen es a perder tu poder personal que se basa en estar íntegro.
Si quieres entender los "mensajes" que crees estar recibiendo comprende primero que si tú no entiendes el mensaje, ese mensaje no es para ti. En otras palabras, estás viendo moros con tranchetes.
La comunicación espiritual no se aprende en cursos. La comunicación espiritual se inicia guardando silencio, acallando el chacoteo mental. La comunicación espiritual es la de ti contigo mismo, no en el sentido de un diálogo de locos o del ego, sino en la observación desapegada del existir y las dimensiones que se abren cuando la voluntad deja de buscar y se sienta a esperar a que el develamiento del existir se despliegue. La comunicación espiritual es la escucha de lo que no tiene voz, no tiene palabras y es completamente íntimo.
Yo tomé uno hace unos años. Mi razón es que quería saber más de los ángeles y, sobretodo, conocer quién era mi ángel. Parece razonable pero semejante intención ya tiene un problema fundamental que tiene justamente qué ver con la esencia de los ángeles.
Para ir a un curso de ángeles primero necesitas creer en los ángeles. Para no ir a un curso de ángeles (dejando a un lado la falta de interés o la idea, completamente racional, de que es un conocimiento inútil) necesitas comprender en qué es exactamente en lo que crees. Para comprender exactamente en lo que crees no necesitas ir a ningún curso de ángeles, lo que sí necesitas es cuestionarte y responderte honestamente y quizá dialogar con alguien a quien le interese el tema, tenga un pensamiento crítico y no le interese tu dinero o tu afiliación.
Si quieres saber de ángeles, puedes leer la Biblia. Ahí encontrarás el quehacer angelical y podrás darte cuenta que no tiene nada que ver con tu realidad cotidiana. Otra opción es ver varios videos de YouTube al respecto, no uno ni dos, varios; entre más videos mejor, así tu razonamiento no estará sesgado y comenzarás a darte cuenta de las inconsistencias. Hay un libro de Swedenborg si tu interés es genuino: Sobre el cielo y sus maravillas y sobre el infierno; si te da flojera leerlo, no es que quieras saber de ángeles sino que más bien quieres regodearte en la parafernalia angelical y sentirte conectado con un más allá cuando aún no puedes ni conectar contigo. Así las cosas.
Puedes tener una curiosidad intelectual y ponerte a averiguar de las jerarquías y similitudes en otras culturas distintas a la judeo-cristiana. Y está muy bien porque es una curiosidad sobre el mito y sobre cómo impacta aún en nuestra sociedad moderna. Esto es a lo que se puede aspirar intelectualmente. Ahora, si lo que quieres es una experiencia mística, no requieres un curso, sólo requieres fomentar la idea de tener tal experiencia, es decir, autosugestionarte.
Supongamos que tu intensión es más bien espiritual en el sentido de que has tenido experiencias que no puede explicar y no tienen nada que ver con el pensamiento mágico-cómico. En ese aspecto, no importa que les llames ángeles, entidades, energía, lo que importa es cómo te sientes al respecto. Si no sientes tranquilidad, paz, calma, confianza, no es el tipo de experiencia que quieras seguir teniendo, así que simplemente tomas la decisión de ya no tener esa experiencia. Si tomas un curso para entender lo que te pasa quiere decir que eres masoquista, que no puedes explicar lo que sientes y que confías en que alguien más te diga lo que estás experimentando.
Si nunca has tenido una experiencia espiritual y quieres tenerla, primero aprende a meditar. Meditar es controlar tus pensamientos inútiles, tus cavilaciones y tus imaginaciones. Meditar es aprender a tener una relación con la experiencia de ser tú.
Si ya has tenido experiencias espirituales, te sientes en calma, incluso te dan alegría y le llamas a eso contacto angelical ¿para qué quieres ir a un curso? No lo necesitas. Todo curso en el que te someten a experiencias en las que tu no llevas el control se llaman lavado de cerebro y lo único a lo que te conducen es a perder tu poder personal que se basa en estar íntegro.
Si quieres entender los "mensajes" que crees estar recibiendo comprende primero que si tú no entiendes el mensaje, ese mensaje no es para ti. En otras palabras, estás viendo moros con tranchetes.
La comunicación espiritual no se aprende en cursos. La comunicación espiritual se inicia guardando silencio, acallando el chacoteo mental. La comunicación espiritual es la de ti contigo mismo, no en el sentido de un diálogo de locos o del ego, sino en la observación desapegada del existir y las dimensiones que se abren cuando la voluntad deja de buscar y se sienta a esperar a que el develamiento del existir se despliegue. La comunicación espiritual es la escucha de lo que no tiene voz, no tiene palabras y es completamente íntimo.
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