No hay regresar
No se puede ser romántico en el presente, siempre está la mirada en el pasado y quizá a veces se logre ser romántico mirando hacia el futuro. Pero se puede ser amoroso en el presente, vaya si se puede.
La creación no parte de cero pero sí de la nada. La creación se hace de la memoria y se proyecta no sabe si lejos o cerca, pero se proyecta. La creación es en la nada y la nada fue siempre, es siempre y siempre será. La creación es devenir sin propósito, es simple devenir oscuro que ilumina cuando la luz te ciega.
La creación no regresa, no tiene a dónde volver y, a decir verdad, ninguna vez se ha ido; no hay no regresar.
Entonces, ¿de dónde la nostalgia, el revuelo interior que despierta tras una conocida tonada?
Comentarios