Estoy triste
Hoy me he despertado como sí ayer hubiera sucedido algo terrible, como si hubiera llorado muchísimo. Siento tristeza sin razón de la que pueda dar cuenta.
Me levanto con trabajos. No quiero salir de la regadera. No quiero ir a ningún lado pero igual salgo. ¿Qué llegó a su fin ayer que hoy añoro sin saber qué?
Me subo al auto y de pronto lo escucho distinto pero está bien. Algo en el auto también ha cambiado. Me siento cansada. Antes de seguir tomo mi pequeño libro de Jaspers y me dejo sumergir en las particularidades de la existencia, esos detallitos que pasamos por alto por estar tan embebidos en la propia existencia. Me quedo pensando en lo que he leído y me dispongo a entrar a la clase de francés.
En pleno laboratorio, rodeada de computadoras y compañeros, vuelve a emerger la sensación de pérdida. ¿Qué he perdido?
Trato de curarme con lo más poderoso que tengo: música, café, existencialismo y una caminata lenta cobijada por el frío. Pero me apremia el deseo de sacarlo todo de una vez en la privacidad pública de mi blog. Amo mi blog.
Mientras escribo la sensación empieza a difuminarse, mas no desaparece. Vuelve de a poco cuando percibo el olor del café, cuando las notas llegan justo al mismo punto en el que estoy yo. Quiero intentar que mi ser hable y ser al mismo tiempo una amante escucha. Estoy triste.
Creo que constantemente ganamos y perdemos pero dudo que en el balance alguien pueda decir que está "tablas". ¿Cómo se está? Hay algo ahí indefinible que no me deja en paz, aunque ya no quiero volver a estar nunca en esa paz cegadora y perderme de estas oleadas de angustia.
El sol se asoma: ha llegado tarde, aunque justo cuando el último trago de café entra en mi cuerpo. Han hecho relevos.
Hoy siento mis labios presentes, más que ninguna otra parte del cuerpo. Ellos, mis testigos del placer oral que me niego a abandonar; me gusta hacerme del mundo por la boca. Quiero ahora mismo una copa de vino, un trozo de pan junto a un pedazo de queso. ¿Se dan cuenta de estas formas las mías de buscarme paliativos?
Hoy, hoy aprovecharé esta tristeza para vivir el día despacio y presente. Esa es mi aportación. Segura estoy que ustedes aportarán otras formas de ser, las imaginaré y las convertiré en relatos de una vida posible.
Me levanto con trabajos. No quiero salir de la regadera. No quiero ir a ningún lado pero igual salgo. ¿Qué llegó a su fin ayer que hoy añoro sin saber qué?
Me subo al auto y de pronto lo escucho distinto pero está bien. Algo en el auto también ha cambiado. Me siento cansada. Antes de seguir tomo mi pequeño libro de Jaspers y me dejo sumergir en las particularidades de la existencia, esos detallitos que pasamos por alto por estar tan embebidos en la propia existencia. Me quedo pensando en lo que he leído y me dispongo a entrar a la clase de francés.
En pleno laboratorio, rodeada de computadoras y compañeros, vuelve a emerger la sensación de pérdida. ¿Qué he perdido?
Trato de curarme con lo más poderoso que tengo: música, café, existencialismo y una caminata lenta cobijada por el frío. Pero me apremia el deseo de sacarlo todo de una vez en la privacidad pública de mi blog. Amo mi blog.
Mientras escribo la sensación empieza a difuminarse, mas no desaparece. Vuelve de a poco cuando percibo el olor del café, cuando las notas llegan justo al mismo punto en el que estoy yo. Quiero intentar que mi ser hable y ser al mismo tiempo una amante escucha. Estoy triste.
Creo que constantemente ganamos y perdemos pero dudo que en el balance alguien pueda decir que está "tablas". ¿Cómo se está? Hay algo ahí indefinible que no me deja en paz, aunque ya no quiero volver a estar nunca en esa paz cegadora y perderme de estas oleadas de angustia.
El sol se asoma: ha llegado tarde, aunque justo cuando el último trago de café entra en mi cuerpo. Han hecho relevos.
Hoy siento mis labios presentes, más que ninguna otra parte del cuerpo. Ellos, mis testigos del placer oral que me niego a abandonar; me gusta hacerme del mundo por la boca. Quiero ahora mismo una copa de vino, un trozo de pan junto a un pedazo de queso. ¿Se dan cuenta de estas formas las mías de buscarme paliativos?
Hoy, hoy aprovecharé esta tristeza para vivir el día despacio y presente. Esa es mi aportación. Segura estoy que ustedes aportarán otras formas de ser, las imaginaré y las convertiré en relatos de una vida posible.
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