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Mostrando entradas de junio, 2019

Nunca he querido hablar de política, pero bueno…

Ya casi no sigo a personas en el Facebook, ahí están como amigos pero y no me gusta leer lo que ponen. La razón es muy simple, hay una ola masiva de opiniones superfluas repetidas de oídas sin pasarlas ni cinco minutos por un razonamiento crítico. La gente, en general, dice por decir y desde la comodidad de su pantalla le da por tomar partido y juzga sin conocimiento. En realidad prefiero ver fotos de gatitos que ver comentarios ofensivos de quien se cura en salud al no comprometerse en absolutamente nada. Las opiniones de la gente común y corriente son opiniones montadas en tendencias. Las tendencias las manejan los grupos de poder. México está viviendo un gobierno incómodo pues éste ya no está resguardado por los medios de difusión, al contrario. Lo que ahora vemos espantados es lo que por años nos ocultaron. Así que parece que a la gente le gusta que le oculten lo feo y que les amansen con ilusiones. Cuando ven los hoyos del cascarón de la ilusión, se enojan con quien descubre

Los sonidos de la noche

Me gustaría escuchar grillos, pero en esta ciudad lo que se oyen son sirenas y ladridos de perros. Ha llovido y hay perros en la calle. Hace años los perros dejaron de ser un efecto de sonido y un decorado de fondo para descubrirse ante mí como seres que, como yo, sienten. ¿Cuánto vive un perro en la calle? El número de perros callejeros en un poblado es proporcional al número de idiotas que lo habitan. Una ciudad cómo ésta nunca está en silencio. Aquí no reina la calma, de hecho me parece que casi nadie la conoce. Olvidar, ignorar y evadir nada tienen que ver con la calma, todo lo contrario. La gente llega tarde a sus casas y sale muy temprano. Alguna desventura personal les recuerda que deben vivir, pero tan pronto se recuperan deciden que no hay tiempo para ello. Algunos confunden vivir con extralimitarse, les dicen que tienen una vida y se la quieren beber de un trago. Y pasan ambulancias en la noche y me acuerdo de las ambulancias en mi vida, y los hospitales y esas co

Entre lecturas y el viento

Hoy he andando saltando de lectura en lectura: Thich Nhat Hanh, Vincent van Gogh, Martin Heidegger. Variado en estilo, género, aproximación a la vida… pero de alguna forma ensayan lo mismo: la mirada desde la existencia propia. Creo que quien piensa por sí mismo no puede hacerlo de otra manera, pensar por sí mismo es pensar desde la propia existencia. Me sorprende un poco Van Gogh, porque vaya que el tipo pintaba y observaba la naturaleza con detenimiento y sin embargo tardó en darse cuenta. Creo que él quería hacer las cosas bien y ser bueno, además de que tenía dudas sobre cómo vivir la vida; estaba a la búsqueda de significados y lo miraba todo con ese ojo desnudo y desprotegido propio de un observador entregado. Me sorprende que su mamá supiera por dónde iba la cosa con él pero que él quisiera complacer al padre. Leer las cartas en la que comparte su visión como predicador, más que leer algo edificante uno lee la súplica de un perdido de sí. Casi desisto en seguir leyendo. El