En algún lugar leí que, a juicio de ese blogger, lo mejor era sentarse en soledad a pensar sobre el sentido de la vida en contraposición a sentarse a perderse entre el bullicio de la televisión. Yo ya no sé, no me atrevería ya a recomendar nada. Sí, es bueno ejercer la libertad de pensamiento, pero pensar por uno mismo no es un paseo en un campo de flores. En mi caso, la pregunta por el sentido de la vida llegó hace tiempo —no recuerdo cuándo ni cómo ni dónde— pero ni tengo la respuesta ni la pregunta me ha abandonado. Pensar puede ser peligroso. No pensar puede ser peligroso. Vivimos por corto tiempo, los perritos viven todavía menos pero se atormentan muy poco, así que a lo mejor lo que viven lo viven mejor que nosotros que estamos llenos de recursos mentales. Nuestra mente es nuestro don y nuestra maldición. Nuestros anhelos nos impulsan y no conseguir lo anhelado nos mantiene en una especie de "secuestro". Decimos que lo que queremos fundamentalmente es amor pero la
"A soul in tension that's learning to fly" —Pink Floyd