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Mostrando entradas de 2019

La pregunta se mantiene, ¿qué hacer?

En algún lugar leí que, a juicio de ese blogger, lo mejor era sentarse en soledad a pensar sobre el sentido de la vida en contraposición a sentarse a perderse entre el bullicio de la televisión. Yo ya no sé, no me atrevería ya a recomendar nada. Sí, es bueno ejercer la libertad de pensamiento, pero pensar por uno mismo no es un paseo en un campo de flores. En mi caso, la pregunta por el sentido de la vida llegó hace tiempo —no recuerdo cuándo ni cómo ni dónde— pero ni tengo la respuesta ni la pregunta me ha abandonado. Pensar puede ser peligroso. No pensar puede ser peligroso. Vivimos por corto tiempo, los perritos viven todavía menos pero se atormentan muy poco, así que a lo mejor lo que viven lo viven mejor que nosotros que estamos llenos de recursos mentales. Nuestra mente es nuestro don y nuestra maldición. Nuestros anhelos nos impulsan y no conseguir lo anhelado nos mantiene en una especie de "secuestro". Decimos que lo que queremos fundamentalmente es amor pero la

Amor, tiempo y muerte

Todos anhelamos amor; todos queremos más tiempo porque aquello que anhelamos aún no llega o porque no queremos que, si llegó, acabe; todos tememos a la muerte porque ello implica no más tiempo y no más amor. Todos enfrentamos algo difícil en la vida, por ahí dicen que ello corresponde con nuestra capacidad de afrontarlo (suena bien pero algunos reciben más de lo que pueden afrontar… o sólo que lo que pasa es que no saben que sí pueden). El tiempo a veces es lo que dura algo. Aunque sabemos que lo bueno acaba, que la risa no es eterna, nos olvidamos de atribuirle al sufrimiento también una duración. Todo acaba, pero así es como es posible que también todo comience. Cuando no dejamos ir algo, lo lindo o no no tan lindo, creemos que le extendemos, pero es sólo una ilusión. Las cosas acaban con o sin nuestra venia y también comienzan sin ella. Y si todo sucede así, ¿en qué tenemos injerencia? Creemos saberlo todo, creemos ser capaces de construir computadoras que lo sepan todo, q

De lianas y del esenciarse del ser

Esenciarse del ser es una expresión heideggeriana que resume la donación del ser como espacio de inteligibilidad. El mundo nos parece que es lo que es justamente por la donación del ser y su respectivo rehúso; de acuerdo a este mundo que vemos es como nos concebimos y como actuamos. Digamos que como vemos, damos (al modo de un juego de baraja). Así que el esenciarse del ser es la forma en como se nos muestra el juego que jugamos todos los días. La cuestión es que el juego no tiene nada de fijo, el juego va cambiando y también nosotros. Entonces tenemos que el mundo cambia epocalmente, la experiencia del hombre cambia también. Y mundo y hombre se corresponden. Ninguno está fijo, ninguno es sustancial. Se dan conforme a un esenciarse del ser y por tanto pasan de un esenciarse del ser a otro como si fuera un paseo entre lianas (al modo de Tarzan). Siguiendo el ejemplo, uno no suelta una liana hasta que ya está agarrado a otra liana, lo que se traduce en que no es posible la superaci

Hablar de la iluminación

Me da gusto por fin escuchar en el ámbito académico sobre la iluminación. Estoy en un seminario de filosofía japonesa. Hablar de la iluminación implica la necesidad de ésta y, por tanto, reconocer nuestra humanidad como portadora de sufrimiento, pero también reconocer que la humanidad no es nuestra “última (o primera) naturaleza”. Me da gusto que se hable de la iluminación y que además se le quite el carácter de exclusividad de unos cuantos. La iluminación sólo puede darse desde un estado no iluminado. Ayer se habló de Hönen, de sus 30 años de estudiar sutras buscando la iluminación sin éxito. Su iluminación llegó hasta que su estado psicológico se lo facilitó: estaba desesperado de no poder separarse de sus deseos y apegos y esa desesperación le causaba tristeza, descubrió que él no podía por sí mismo cortar las cadenas del sufrimiento, desde ese estado de desesperación volvió a recorrer los sutras y entonces se iluminó. Hönen había aceptado su estado y se había rendido, además,

Conocer deviniendo

Estamos acostumbrados a acceder al conocimiento a partir de la teoría, es decir, del discurso conceptual. Esta forma de conocer nos separa de lo conocido, lo cual nos ha parecido muy bien en tanto que podemos ser “objetivos”. Lo que no vemos con este modo de conocer es que nos dejamos fuera y al hacer esto, nos privamos del conocimiento de nosotros mismos. Pero conocer no se da solamente de modo teórico, también se da de modo práctico, pero aquí la práctica no tiene que ver con la experimentación metodológica en la que continúa la separación de aquel que lleva a cabo el experimento respecto de aquello con lo que se realiza el experimento. La práctica como conocimiento es el conocer deviniendo, es decir, poniéndose a uno mismo dentro de lo que quiere conocerse. Si uno quiere conocer un árbol, uno debe devenir el árbol. ¿Es esto posible?, pensarán escépticos la gran mayoría. A lo que apunta este tipo de conocimiento es a abolir la separación sujeto-objeto así como la idea del yo como

La naturaleza/vida es difusa

Hace años ya que fui a un congreso de filosofía en la universidad del Estado de México, creo que en ese entonces era mucho más arrojada, tenía menos miedo y estaba motivada de manera casi constante. Me gustaría volver a sentirme así, ahora me vivo con mucho miedo de que todo se vaya al traste en cualquier momento, así que podemos decir que ese miedo de muerte se da la vuelta y se convierte en miedo a la vida. Pero me regreso al congreso, ahí me metí a escuchar una ponencia sobre la Ontología Difusa que estaba sustentada con formulaciones lógicas, pero la cosa no es tan complicada en realidad y se puede decir muy sencillamente que la experiencia de vida, la forma en cómo tenemos experiencia de lo que es, es difusa porque no podemos concebir “realmente” límites en la experiencia. Es como la cuestión del calvo: ¿cuántos pelos se necesitan para no ser calvo? O más tétricamente: ¿cuándo puedes decir que todo lo que compone a una persona (cuerpo, mente, espíritu y lo que gusten) ha muert

Terroristas verbales

Los terroristas verbales son personas que sólo pueden ver su opinión y el fundamento de su opinión como lo más válido o lo mejor. De estas personas que se tachan de súper eruditos, intelectuales, conocedores o autoridades, está lleno el mundo. Estas personas son las que quieren ir corrigiendo al mundo (pues ellos saben mejor qué le conviene al mundo), les encanta ir señalando faltas, burlarse de la supuesta ignorancia del otro, desplegar su amplísimo conocimiento a la menor provocación, demeritar el razonamiento de los demás y, cuando tienen la oportunidad, dilapidar públicamente a quien muestre la menor debilidad argumentativa. Cuando me hicieron la entrevista para entrar a la maestría me preguntaron qué le contestaría yo a Carnap respecto de la crítica dilapidaría sobre el pensar de Heidegger, sobre su estilo y específicamente sobre la nada. El doctor que me hizo la pregunta aseveró que Heidegger nunca le contestó a Carnap. Por ese entonces no había leído mucho a Heidegger, la

La Naturaleza y la naturaleza de nuestra existencia

Nuestro modo de existir en el mundo, cómo percibimos y cómo nos conducimos, es complejo. La razón y las emociones sobre-exitadas nos llevan a percibir de manera distorsionada la realidad y una vez que nos compramos esa percepción, nos conducimos a nosotros mismos al laberinto del terror. La Naturaleza de la que formamos parte no es justa, en ella no hay cabida a consideraciones porque al ser tal cual es no hay distinción en ella de lo bueno o lo malo. Pero nuestra razón distingue y juzga y, al hacerlo, se enfrenta a la Naturaleza como la más cruel, como aquello otro al que nos enfrentamos. Nosotros no estamos realmente enfrentados a la Naturaleza, somos ella. La razón es la única que se enfrenta, la única que quiere prevalecer a toda costa. La razón, en su separación de todo lo que es, se transforma en antagonista de aquello que es ella misma y la lucha que inicia es una que jamás podrá ganar. Cuando la razón llega a este callejón sin salida empieza a culpar: culpas a los que te

No hay respuestas pero no estás solo

Hoy quiero escribirles no porque tenga LA respuesta última sino porque no tengo ninguna. Y creo que eso puede ayudar a alguien que, como yo, esté buscando respuestas. No hay respuestas. Pero no tengan miedo de que la vida les parezca incierta; para que cada uno de nosotros pueda vivir su particular vida, nada dentro de la existencia puede estar dado. Somos existencia libre en su fundamento abisal. Queremos, sin embargo, librarnos de todo mal. Queremos saber, queremos anticiparnos y prevenir. Tenemos miedo y a ese miedo nos ha dado por llamarle voluntad. El otro día estaba leyendo algo en torno al peligro del mindfulness. El peligro radica en la voluntad. Quieres practicar mindfulness para sentirte TU bien, lo demás no importa. Quieres quitarte el malestar sí o sí. Aquello de lo cual partió el mindfulness (la compasión) es olvidado. A mí no se me había ocurrido que darte cuenta de tu sufrimiento, asistir y observar la experiencia, buscaba fundamentalmente la comprensión del su

Honor

Cuando pensamos en la tradición, comúnmente pensamos en festividades y costumbres que la mayor de las veces poco tienen sentido ya. Una posada, por ejemplo, poco importa a quien ya no practica el catolicismo y/o no gusta de las concurrencias en las que la gente se oculta para embriagarse o sacar a flote pulsiones. Pero en las tradiciones también encontramos valores perdidos, gracias a lo cual se ha podido hacer negocio. Hoy quiero traer aquí delante un valor perdido: el honor. El honor es fuente de confianza y calma ansiedades. Poco ya honramos nuestra palabra. Para muchos la palabra, la promesa hablada, de alguien, poco importa; tan poco importa que ya hay todo un negocio de avales, así que ya no tenemos ni que preocuparnos por cumplir lo que decimos. Ante la falta de honor a lo que uno se compromete, hay contratos que te obligarán a cumplir cuando tienes poca voluntad en hacerlo. En un mundo en el que no se honra lo que dice, crece la sospecha y la confianza recibe un golpe d

Una plática en un camino de bosque

Esta mañana fui al bosque para caminar largo y tendido con mi vieja amiga. Antes de encontrarme con ella iba pensando en esta cosa curiosa que es la vida de un humano. ¿De qué se trata la vida?, me preguntaba y dejaba pasar de largo el camino mismo. Iba simplemente perdida en mis pensamientos aún cuando sé que los pensamientos nunca te dirán de qué va la vida, por que, cómo podrían si lo único que hacen es buscarle un sentido a lo que recuerdas que has vivido… y cierto es que nuestro recuerdos presentan un sesgo. Así que, en mi divagar, una palabra clave, escuchada por casualidad, me sacó del pensar: vino. Interrumpí todo pensar para poner atención a un diálogo que se daba a mis espaldas. —¡Ah! ¡Cómo se antoja un buen vino y un plato de lentejas! —¡Ja! —Bueno, mucho se dice del vino chileno, pero ¿tú que opinas? ¿es bueno? —Bueno, mira, yo en 1982 hice un viaje a Londres para conocer a mi abuelo. Esos tiempos no eran fáciles, hacía poco que había fallecido mi hijo y tambié

Nenbutsu

Nenbutsu es la invocación del Buda Amida , la cual se puede realizar mediante la oración namu-Amida-Butsu  que puede traducirse como: "me refugio en el Buda Amida". La invocación pretende que quien se entregue al refugio del Buda Amida, renazca en la Tierra Pura . Shinran (1173-1263) fue un filósofo de la Tierra Pura (una corriente del budismo), éste sostenía que el nenbutsu surgía de un estado de consciencia especial, de modo que no sólo buscaba una transición sino también en el invocador ya debía efectuarse un cambio en el modo de contemplar la cotidianidad. Quien se acoge al refugio del Buda Amida ha llegado a la conciencia de que él mismo no puede asegurarse, de que debe confiar en algo que trascienda a su propio poder o a su voluntad individuada. Generalmente nos enseñan a resolver nuestros problemas por nuestra cuenta y a eso le llaman ser individuo responsable, pero hay problemas y situaciones que sobrepasan lo que podemos hacer. Sentimos desesperación o angustia

Morir antes de morir

La primera vez que escuché esta frase fue de una mujer que se le acercó a Mooji, diciendo: I want to die before I die . Mooji se molestó porque luego la gente anda repitiendo cosas sin saber lo que en realidad significan o de dónde vienen; seguidamente dio una muy breve explicación que en realidad no alcanza a tocar las raíces que dan sentido a la frase. La frase no tiene absolutamente ningún poder en sí misma, como tampoco lo tiene ningún mantra ni ninguna oración sólo por repetirle como loro. La frase no es sagrada ni es algo a lo que se le deba respeto. La importancia radica en la comprensión profunda que trasciende la materialidad desde la que estamos acostumbrados a ver el mundo. Se han desarrollado pensamientos filosóficos en torno a este tema, no como tema en sí, sino como a lo que inevitablemente se llega cuando se pregunta sobre la verdad, la existencia y el sentido de las cosas. Estos pensamientos filosóficos no son en modo alguno visiones del mundo, es decir, no asumen

¿Cuál es el futuro del hombre?

Empecé a escuchar un diálogo de Krishnamurti con David Bohm que se llevó a cabo en 1983. El diálogo comienza con la pregunta, ¿cuál es el futuro del hombre? Krishnamurti hace entonces la siguiente reflexión a modo de pregunta: ¿Cuál hombre? Paro el video, ¡qué pregunta! ¿Quién es el hombre cuando TÚ piensas en el hombre ? ¿Piensas en toda la humanidad? Y cuando piensas en la humanidad, ¿qué ves?, ¿a quién ves?, ¿a caso piensas en la humanidad en abstracto? ¿Quiénes son la humanidad? ¿Los occidentales? ¿Los orientales? ¿Los poderosos? ¿Los marginados? ¿Los pobres? ¿Los ricos? ¿Los sanos? ¿Los enfermos? ¿Los intelectuales? ¿Los impedidos? ¿Los hambrientos? ¿Los desesperados? ¿Los criminales? ¿Podemos pensar en todos, incluirnos todos? ¿Hay futuro para todos? ¿Queremos pensar en un futuro para todos? 1983. El futuro desde entonces se ve siniestro y desde entonces no ha cambiado la cosa, no nos hemos parado, seguimos en la vorágine de lo mismo. David Bohm (físico estadounidense

Pretender hasta creerlo

Fake it 'till you make it. Hay quien piensa que esta estrategia está bien, hay quien piensa que está mal. Así con todo en la vida. Pero, ¿qué pienso yo? (¿qué piensas tú?). Es cierto que pretender algo que uno cree  que no es es una forma de ilusión o de mentirse. ¿Pero qué pasa si más bien lo que crees es la mentira? La verdad y la mentira se intercambian con el tiempo, con las circunstancias, lo que era verdadero ayer, hoy puede ser mentira, lo que viste como cierto tantas veces, hoy puedes creer que sigue siendo cierto aunque en verdad ya ni mires con atención para ver si sigue siendo así en verdad. Nos acostumbramos a ver el mundo de cierta manera y nos comportamos en el mundo de acuerdo a esa antigua visión aunque la evidencia demuestre que nada es eterno. Nada. La reflexión de Buda respecto de la existencia es muy simple, tan simple que en el momento que la lees no encuentras nada "valioso" en ella porque generalmente pensamos que lo complicado es lo más val

Pensamiento mágico-musical

Le llamo pensamiento mágico-musical a la ausencia del pensar cuidadoso, por no decir que es ausencia de pensar tal cual. Este pensamiento (PMM) se alimenta de lo que se dice por ahí, de lo que se lee por encima, de deducciones e inferencias pobres, así como de la necesidad de reafirmar las creencias que dan seguridad a la identidad del sujeto en sus varios roles. El PMM abunda entre los humanos y no distingue condición. Se cuela en cuanto puede pues dado que necesita muy poco o casi nulo procesamiento cognitivo con "tres neuronas" que estén activadas los PMM surgen. He visto el PMM por todos lados, me incluyo. Uno podría creer que que es propio de la “gente ignorante”, pero el acumular información no lo escluye a uno de su influencia. Un médico puede tener PMM cuando asume que un paciente tiene algo luego las primeras dos deducciones y sin preguntarle nada al paciente (sin considerar sus hábitos, historia clínica y actividades recientes, por ejemplo), así que puede dar

Inútil, no puedo dormir…

…mis vecinos tienen fiesta nivel antro. Que además me hacen ver lo desactualizada que estoy: no conozco ni una sola rola y los de la fiesta al unísono y con toda la energía del mundo las cantan todas agregando un “eh, eh, eh” entre coros. Se la están pasando bomba, claramente se oye, y por el ritmo que traen la fiesta va a durar toda la noche (tienen buen sonido y no descansan entre rolas, se oyen como que están en sus 20’s y andan gritando “perreo”). Tenía sueño. Alguien que les cuele Cepillín para que se desanimen por favor. Voy a practicar el dejar ir y la resignación. Namaste.

Malinalco

Conozco Malinalco desde 1990 pero he ido pocas veces para el tiempo que ha pasado y lo accesible del lugar (cercanía y costo). Desde entonces no ha cambiado mucho, afortunadamente sigue siendo un pueblo con su gran plaza de los miércoles y con gente buena-vibra. Esta semana anduve por allá. Es extremadamente desestresante, quizá algunos citadinos workahólicos no puedan con tanto silencio, con tanta vegetación, con tanto nada-que-hacer, con tanta simpleza y con tan poco qué comprar. Es un paraíso. El hotel en el que me quedé es chiquito y lleno de jardín, lo atienden unas 5 personas en total: el administrador, el chef, la ama de llaves, el jardinero y el guardián. Se llama Las Cúpulas  y ahora cuenta con un amplio temazcal. El chef es un señor extremadamente amable con muy buen sazón y muy buena disponibilidad para atenderte. El administrador es un señor relajadísimo y muy amable. El ama de llaves quizá es la más movida, camina rapidísimo de aquí para allá y ayuda al chef y al a

Mi día en la Cineteca Nacional

El miércoles pasado fui a la Cineteca con mi mamá y mi hermana. Pasamos medio día por allá platicando y viendo películas. Raro en mí, disfruté el lugar que no se me hace acogedor para nada (generalmente muero de frío allí). Creo que es que tenía sed de plática, de películas interesantes y, en sí, de algo distinto. Cuando no existían los complejos de Cinépolis y Cinemex, se podían ver películas más interesantes, menos comerciales y menos gringas. Ahora con la toma del entretenimiento nacional, esos dos complejos deciden lo que ve la población mexicana e incluso se dan el lujo de aumentar los precios a como les viene en gana. Supongo que la culpa la tenemos los espectadores que consumimos lo que nos ponen y pagamos lo que nos piden sin chistar. En fin, que fue un gusto cambiar de aires y de contenido. También es que me estoy reconciliando con las películas de arte, pues ya las tomaba todas por películas con una estética cruda, un contenido dislocador y clasificación para a

¿Lo que hace Heidegger es mística?

Esta pregunta soltaron en un examen de doctorado. Desde luego que no hubo respuesta, porque uno no contesta ni "sí" ni "no" en un examen de filosofía, uno deja caminos abiertos. La pregunta misma es un camino. Pero dejémonos de cosas y contestemos la pregunta. ¿Es o no es mística lo que hace Heidegger? Desde Heidegger, absolutamente no. Desde la mística, absolutamente no. Desde la comprensión del lugar desde donde plantea Heidegger su pregunta por el sentido del ser y desde el lugar desde el cual la mística poetiza, desde luego que sí pero ese lugar ya deja de ser filosofía y deja de ser mística. Ni la mística ni Heidegger se encuentran en el lugar en el que nos encontramos comúnmente. Ambos han abandonado el pletórico entramado de referencias, alias lo que conoce el ser humano y lo que toma por ya dado, para adentrarse en la profundidad de lo que es en su simplicidad. Lo que desde ahí nos intentan comunicar Heidegger y la mística requiere que cada uno a su

Series de tv asiáticas

Es de agradecerse que Netflix no fije su oferta en producciones gringas que ya llevan un tiempo girando en torno a la violencia: detectives, policías, médicos, políticos, soldados, narcos; todos en torno al culto del desalme occidental que busca extender su imperio. Afortunadamente no puedo ver ese tipo de programas porque me ponen mal y como hace rato se me acabaron las películas románticas, empecé a buscar “por otros lados”. La cultura occidental no es todo el mundo. Empecé con películas de manga que no fueran de acción y de ahí empezaron a llegar las sugerencias asiáticas. Y si bien no son las grandes producciones con actuaciones espectaculares, el contenido refleja su fondo cultural y con ello otra forma de ver el mundo. Por ejemplo,  A Thousand Goodnights , es una producción taiwanesa que está llena de paisajes naturales cuya fotografía está inspirada en el trabajo de Chi Po-lin que busca concientizar sobre la conservación natural de Taiwán. Además la historia muestra el

No tengo pruebas

“Hasta no ver, no creer”, reza la leyenda a la que todos nos hemos adscrito. En este mundo sólo vale lo constante y sonante. Se presentan pruebas de lo sucedido, esto quiere decir que se extraen fracciones de su contexto y se presentan como absolutos indiscutibles. Hechos concretos, pedazos de un todo, en forma de imágenes, sonidos, testimonios. Gusto, tacto y olfato quedan excluidos de la primacía del mundo del oído y la vista. Los videos son la nueva “palabra de dios”. Si no hay imagen o sonido grabado, no hay realidad. Los teléfonos celulares son el seguro de la realidad. Todo está tan claro como un jpg o un mp3. La vida transcurre pero no te importa vivirla sino grabarla y publicarla, porque sólo lo publicado da fe de tu existencia. Así que de nada importa que ahora les diga que he visto libre volar a un cenzontle por arriba del tejado de mi casa. Tampoco tengo la foto de la esperanza que se abrió dentro de mí, al verlo.

Yo

¿Qué es el yo? ¿Quién soy yo? ¿Hay un yo que es? Yo. Por decir algo de "Yo" puedo decir cómo me llaman, como me han llamado. Pero el nombre no es "Yo". Puedo decir lo que he vivido, pero la memoria, el relato, no es "Yo". ¿Por qué tenemos una palabra tal como "Yo"? Pienso que "Yo" es como una puerta desde la que experimento algo. Experimentar desde esa puerta es decir "experimento". Parece que sólo está disponible esa puerta que es "Yo". En lugar de decir "Yo", voy a decir "la puerta", que es el lugar desde donde se ve algo. ¿Quién ve? Nadie ve, simplemente se ve. Es un poco tramposo el lenguaje que empuja a conjugar y adquirir una posición. La puerta tiene cabello, cierto tipo de cabello, hay muchos tipos de cabello, la puerta tiene uno de esos tipos. La puerta tiene un tipo de cuerpo, uno que se parece a otros cuerpos y que no se parece en nada a otros tantos. Por la puerta han pasad

La vida

Estoy sentada, quiero pasar un rato aquí al lado de mi mesita de té que he puesto en la recámara. La lavadora está en los últimos minutos del ciclo y la ducha me espera. Hoy caminé con una amiga y por primera vez me oí decir algo distinto, creo que ella también se dio cuenta porque sentí esa especie de pausa que sucede cuando te encuentras con algo no esperado. Lo dije en serio pero aún siento esa voz nueva débil. Está débil como un brote hierba, pero ha brotado. La voz ha cambiado de ver al atardecer para mirar al amanecer. Ya me he ocupado muchos años del invierno y ahora quiero pensar la primavera. Así que tomo mi tiempo y me siento. Dudo qué escribir. ¿Qué tal si nada de lo que he creído hasta ahora es verdad? ¿Qué tal que todo pudiera verlo de otra forma, de una que no sé? ¿Qué tal que el mundo simbólico se resignificara por entero? La vida. ¿Y si deja de ser un proyecto, un quizá, un luego, algo que perseguir? Entonces la vida es segura, ahora y por derecho. Nada camb

Nunca he querido hablar de política, pero bueno…

Ya casi no sigo a personas en el Facebook, ahí están como amigos pero y no me gusta leer lo que ponen. La razón es muy simple, hay una ola masiva de opiniones superfluas repetidas de oídas sin pasarlas ni cinco minutos por un razonamiento crítico. La gente, en general, dice por decir y desde la comodidad de su pantalla le da por tomar partido y juzga sin conocimiento. En realidad prefiero ver fotos de gatitos que ver comentarios ofensivos de quien se cura en salud al no comprometerse en absolutamente nada. Las opiniones de la gente común y corriente son opiniones montadas en tendencias. Las tendencias las manejan los grupos de poder. México está viviendo un gobierno incómodo pues éste ya no está resguardado por los medios de difusión, al contrario. Lo que ahora vemos espantados es lo que por años nos ocultaron. Así que parece que a la gente le gusta que le oculten lo feo y que les amansen con ilusiones. Cuando ven los hoyos del cascarón de la ilusión, se enojan con quien descubre

Los sonidos de la noche

Me gustaría escuchar grillos, pero en esta ciudad lo que se oyen son sirenas y ladridos de perros. Ha llovido y hay perros en la calle. Hace años los perros dejaron de ser un efecto de sonido y un decorado de fondo para descubrirse ante mí como seres que, como yo, sienten. ¿Cuánto vive un perro en la calle? El número de perros callejeros en un poblado es proporcional al número de idiotas que lo habitan. Una ciudad cómo ésta nunca está en silencio. Aquí no reina la calma, de hecho me parece que casi nadie la conoce. Olvidar, ignorar y evadir nada tienen que ver con la calma, todo lo contrario. La gente llega tarde a sus casas y sale muy temprano. Alguna desventura personal les recuerda que deben vivir, pero tan pronto se recuperan deciden que no hay tiempo para ello. Algunos confunden vivir con extralimitarse, les dicen que tienen una vida y se la quieren beber de un trago. Y pasan ambulancias en la noche y me acuerdo de las ambulancias en mi vida, y los hospitales y esas co