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Mostrando entradas de diciembre, 2018

De talentos a tipos de inteligencia

Estaba yo escuchando a J. Krishnamurti hablar con unos niños sobre algo que, él insistía, era de extrema importancia. Lo es, el tema es de extrema importancia. Krishnamurti les dice, ustedes van a "salir" al mundo, un mundo donde hay violencia, robo, secuestro, asesinato, corrupción. Así, de golpe y con todas sus letras les dice lo que hay. Necesitan saber a qué se enfrentan, pero lo más importante es conocer de qué se alimenta ese mundo. Antes de llegar al fondo, Krishnamurti descansa en un escalón importante. A ustedes, les dice a los niños, les han lavado el cerebro. Krishnamurti levanta la mirada hacia donde se encuentran los padres. Claro, los padres le llaman a eso educación, pero es más bien la inyección de todos sus temores bajo la forma del deber ser. Los padres quieren que sus hijos estén preparados para el mundo, pero lo que hacen es alimentar al mundo con ciudadanos que sostendrán el orden actual. Los padres estar creando a los nuevos tiranos. Los padres est

Roma (la de Cuarón)

No la vi de inmediato. No podía verla así, como se ve cualquier peli palomera. Verla así hubiera sido un error descomunal: perderse en el intentar darle un sentido desde hoy, desde las películas de Marvel. Así que me preparé con quince días de antelación, no que contara los días, no que planeara. Así sucedió. Roma, no la de Italia, no la del jabón. Roma, la colonia. Roma, la Ciudad de México de cuando era el Distrito Federal, de cuando no había millenials robando cámara, de cuando todavía yo creía en muchas cosas… como Dios. Pero ni Cuarón ni yo somos los de antes. Los recuerdos emergen al dar la vuelta a la esquina. Pero ya no los vemos como antes, ahora hay nostalgia, ahora se devela lo que para el infante permanecía oculto. Roma, de tan franca que duele. Si la ves bien despierto. Necesité muchos días de preparación porque tenía muchas preguntas sobre mí. Todo empezó con el recuerdo de la esquina de mi casa, de cuando era niña, de cuando vivía en unos edificios que perdier

Cómo le hago con esto

La vida, o sea la existencia, tiene muchas sorpresas para ti. Es tan linda que siempre hace lo posible por mantenerte en la sorpresa, por más que quieras saberlo todo y dominarlo todo. Es imposible tener un conocimiento exhaustivo aún con mil computadores detrás almacenándolo y analizándolo todo. La vida se las ingenia mejor. Si crees que un rato de terapia es suficiente para dominar tus expresiones emotivas y estar cool todos los días que te restan de vida, si crees que una ida a un ashram de un lugar muy muy lejano te va a dar toda la sabiduría y paz que requieres para navegar en la ya muy choteada "matrix", si crees que tomar un curso, enrolarte en un diplomado u optar por un doctorado en historia, economía, psicología o incluso filosofía te va a dar todas las herramientas que necesitas para salir triunfante en este mundo…¡Ja!, amigo, ¡ja! Estás muy lejos de la verdad. «¿Cómo prevenir que una gota de agua se evapore? Lanzándola al mar» La existencia humana es

Plan de vida a cinco años

Sucede que me encuentro con preguntas sobre la dirección de mi vida: ¿Sé lo que quiero? ¿Voy en la dirección correcta? ¿Voy tras la mejor versión de mí misma? Plan a cinco años. Lo pensé. Cerré el libro. Lo volví a abrir. Las preguntas difíciles hay que enfrentarlas, que no quiere decir que haya que contestarlas. Así que ¿cómo me veo en cinco años? Lo primero que pienso es que "ojalá pueda verme todavía en cinco años". La vida es impredecible. Luego entonces, ¿plan? Y me puse a navegar buscando ayuda. Hay por ahí formatos para armar el plan, también puedes encontrar infogramas que te dicen con toda certeza: ¿quieres ser feliz?, entonces comprométete con un plan en lugar de hacerlo con una persona o con una cosa. Y me pregunto, ¿de qué se puede componer un plan que no tiene adentro ni personas ni cosas? La promesa del plan es ganar más dinero (¿para qué si no quieres cosas?), calificarse de exitoso por lograr metas, ser poderoso, apreciado (¿por quién sin no estás pens