Como me interesa en extremo los temas que tocan la iluminación he decidido dedicarle un rato a eso que vende el festival —primero porque he estado en los lugares más oscuros de mi mente, luego porque trasciende la psicología y nos adentra al "lugar" en el que el hombre se experimenta, y finalmente porque estuve hace tiempo estudiando filosofía japonesa y es en extremo interesante cómo ese "lugar" ha sido tema filosófico a lo largo y ancho del mundo e incluso la literatura lo ha abordado, por ejemplo Murakami llega a acercarse misteriosamente a él en su Kafka en la orilla—.
Sí, la iluminación es un tema apasionante. ¿Es una cuestión espiritual? Antes de siquiera plantearlo, habríamos de entender qué es exactamente eso de "espiritual", porque no sé si sepan pero la ideología alemana contemplaba el espíritu de una manera aproximada a lo que hoy académicamente (filosofía, ciencias cognitivas) podría llamarse consciencia y que ha sido malinterpretada y departamentalizada de mil maneras. Consciencia, espíritu, alma, son términos de lo más plurívocos.
Pero vayamos por partes, ¿la iluminación está a la venta? ¿Hay pasos para la iluminación? ¿Algún ducho en la iluminación (si es que eso existe) haría un tutorial en YouTube para compartir con el mundo? Porque que el mundo está urgido de un cambio, que ni qué, pero que pensemos que hay un "mejor" modo de cambio, o que convirtamos el tema de la iluminación en la doctrina del iluminismo... bueno. ¿Qué diablos es la iluminación y porqué es algo que quisiéramos alcanzar y por qué es algo de lo que vive alguna gente astuta, y por qué sería posible que eso tan ansiado pudiera alcanzarse en un retiro?
Me acuerdo de un texto filosófico al respecto, un sabio hablaba de ello: te puedes dedicar toda tu vida a practicar las enseñanzas de gurús y maestros y nunca alcanzar la iluminación, o también puede sucederte que te iluminas sin ningún esfuerzo.
Podemos aprender vía libros o maestros qué han llamado iluminación y desde cuándo existe ese concepto (que es bastante actual, por cierto). Eso sí podemos. Pueden darnos en un retiro alguna estructuración de lo que alguien considera que es la iluminación (si es que eso fuera posible). Pero de ahí a iluminarse, hay un tramo abismal.
La iluminación no es el resultado de un ejercicio. La iluminación no es lo que hay al final de una escalera de logros, pero aún así, The Oneness Field se atreve a adelantarnos las facetas de la iluminación, la escalada, muy a lo platónico.
La invitación al festival dice lo que es la iluminación: "Birth and death, sickness and health, feeling lost and being found, separation and love, all are a celebration to an Awakened One". Resumen: el iluminado celebra la existencia tal como es en lugar de estar clasificando en bueno y malo. Pregunta: ¿psicológicamente es posible estar en un estado continuo de celebración? Si Buda hubiera nacido en Chilangolandia, hubiera simplemente dicho: "No te claves, todo es transitorio".
Ahora, Samsara es justamente la identificación de nacimiento y muerte, enfermedad y salud, etc. como pares de antagónicos. Mientras los identifiques como distintos y desees uno sobre el otro, cómo sería desear un estado de celebración, sigues en Samsara. ¿Qué quiero decir? Que la predicación de la iluminación de The Oneness Field ya va por mal camino. Desear algo sobre otra cosa es Samsara, ergo fuente del sufrimiento. Desear ir a un retiro para iluminarse es practicar el Samsara.
Para la iluminación hay muchos caminos. Para la estupidez sólo uno pero decorado de distintas maneras.
Muchas veces los decorados lucen tan genuinos que uno se los toma por lo verdadero. En la verdad, o el estado de iluminación, no hay decorados. Uno no está medio iluminado o casi iluminado. Se vive simplemente la experiencia y no es un estado de encendido perpetuo para los individuos que interactuan con la sociedad. El único "trabajo" que se me antoja viable respecto a la iluminación es la preparación para reconocerla cuando esta aparece y hacer de ella (si es posible) un referente que guíe tu vida de todos los días donde el deseo reina. No se trata de instalarse una moral avalada por un gurú sino de hacerse dueño de su propia vida. Esto último se dice fácil y por ello puede malinterpretarse pero significa muchísimas cosas, entre ellas hacerse responsable de las propias decisiones ergo hacerse el gurú de uno mismo.
¿Qué podemos sacar de bueno en la invitación al festival de la "iluminación"? Bueno, las facetas esas que describen, 5 en total, son temas, léanlo bien: TEMAS, que al meditar en ellos pueden aproximarnos a una preparación para comprender en qué radica el infierno mental que nos hemos creado gracias a nuestro más grande don: la consciencia. Noten por favor que dije MEDITAR, eso significa cuestionarnos una y otra vez el tema en cuestión, no dije ni pensar ni resolver ni concluir ni hacerse una idea.
Aquí las facetas:
1. ANANDA. Dicha. No necesitas nada, no porque el "universo" te lo de todo o ya esté en camino de dártelo, sino porque aceptas que para existir no necesitas nada. Existes y te asombras de todo lo que experimentas. Generalmente estamos cargados con un montón de peros y un montón de cosas por hacer (como "iluminarse").
2. MAHA KARUNA. Compasión. Este está complejo de explicar en breve… Para practicar la compasión (o al menos entenderla) primero necesitas sentir compasión por ti mismo. Sentir compasión por ti mismo implica conocerte y aceptarte. Y entonces te das cuenta que eso de la perfección no existe mas que en la mente y así como tú tienes tus dificultades, todos los demás seres que te rodean tienen las suyas. Digo seres en general, no humanos en particular. La manera en como te relacionas con los demás seres es la manera en como te relacionas contigo mismo.
3. STHITHA PRAJNA. Sólo un testigo. La percepción es sólo eso, un testigo de lo que experimentas y nada más, no tiene mayor poder. La percepción y la memoria integran al "yo". Los juicios fijan una particular forma de entender lo que se experimentó. En el terreno de la existencia, del estar siendo con todo, no hay nada fijo. Nada es sustancial. Y agárrense, no hay "yo". Entonces, ¿quién quiere iluminarse? Mediten.
4. TAT TVAM ASI. Talidad. Tú eres lo que eres siendo. La singularidad te es intrínsecamente. No eres lo que dicen que eres, no eres lo que debieras de ser, no tienes un propósito que debas descubrir, no tienes que ir a buscar a ningún lado quién eres, no eres lo que has sido, no eres lo que quisieras ser. Eres. Estás siendo eso. ¿Qué es eso? Agárrense: nada.
5. AHAM BRAHMASMIN. Consciencia cósmica. Aquí sí les voy a fallar porque puede uno inferir un montón de estados mágicos o trascendentales o llegar a creer casi casi en el espíritu hegeliano. Esto debe ser algo mucho más simple e inherente a la existencia y no debería referir a ninguna especie de subjetividad máxima. Si hemos comprendido bien todo lo anterior, nos llevaría a dejar de pensar en la superioridad, por lo cual, las escaladas y la iluminación per se carecen de sentido.
Listo. Ahí tienen su retiro en breve y gratis. Lo que queda es realmente MEDITAR al respecto. Esto no es cuestión de erudición, es, por el contrario, lo más simple. Por eso dicen por ahí que hay que desaprender, vaciar la taza… y dejar de llenarla.
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