De vez en vez, desde hace unos años, me sobrecoge la idea de la muerte. Si alguien afligido por ella viniese a mí para encontrar una respuesta, seguramente le diría cosas maravillosas como poner la mirada en lo que tiene ahora mismo: vida. Pero cuando la afligida soy yo misma, la cosa cambia. Pensar —aunque dicen que es justo lo que da origen a los sentimientos— racionalmente en un momento de sobrecogimiento emocional no resuelve la cosa. Creo en lo que dice D.T. Suzuki sobre el conocimiento verdadero: tener experiencia de él, introyectar lo que piensas, ser lo que piensas… o como lo diría la psicología desde la inteligencia emocional: ser coherente, pensar, sentir y actuar de manera alineada. Así que ¿cómo hacer del pensar, que quiere rescatarte de la angustia, el sentir desde dentro una idea (la del instante, la del ahora) como realidad? Porque aunque digamos que la realidad sucede en el ahora, ¿porqué no nos sentimos en ella, en la realidad, ahora? Hoy debo volver al ensayo de
"A soul in tension that's learning to fly" —Pink Floyd