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Modern Times


Modern Times. A Story of industry, of individual enterprise —humanity crusading in the pursuit of happiness.

Modern Times, una película escrita, producida, dirigida y actuada por Charlie Chaplin nos deja ver a la especie humana re-configurada por la cultura moderna, donde ahora «es el hombre histórico el enemigo del hombre natural» (Nicol:1972, p. 62) y ante este “nuevo” enemigo que busca unificarlo mediante la tecnología —unificarlo como accesorio de ella— debe alejarse de él para entregarse a la única tarea válida del ser: la felicidad.

Las primeras imágenes de la película ya son sugerentes de lo que vendrá, imágenes que ya forman parte del imaginario social, que se toman como un “así son las cosas”. Quizá ya sea el momento de que muevan la consciencia del individuo y éste dirija su propia campaña fuera del conformismo ante el “tiempo máquina” y el “hombre-borrego”.

Modern Times (1936) sigue representando lo que películas como The Matrix (1999) o In Time (2011) muestran con mayor sensacionalismo: el hombre produciendo para la máquina, para la Matrix, para el sistema; el hombre viviendo para cualquier cosa menos para sí mismo —ni siquiera para las necesidades fisiológicas comunes como el rascarse la nariz o el descanso—. El hombre siguiendo el curso marcado, gastando su vida lejos de sí, sin consciencia, sin rostro, es ahora como un borrego en una manada perdida.

Chaplin escoge como protagonista una especie de Cándido de Voltaire, un hombre que se va dejando llevar por los sucesos con cierta ingenuidad, un hombre cuya candidez lo hace distinto de la masa y le posibilita el desapego egótico: la vista en el presente.

Las escenas se presentan, la sátira se muestra: Estructuras jerárquicas en las que la “cabeza” deja del ver al ser humano y sólo piensa en la productividad sin el menor reparo en el abismo que se abre, cada vez más respecto, entre él y el último eslabón de la cadena que mueve a La Máquina; estructuras encargadas de mantener el sistema y someter a aquel que desentone con “la idea social”; seres humanos alienados y en contra del ser humano; propuestas de soluciones al rompimiento mental —estrés— imposibles de cumplir sin salirse de “la idea social”. ¿Cómo puede el hombre natural sobrevivir al hombre social? «La comunidad humana, si bien se formó para satisfacer necesidades cooperativamente, sobrepasó el régimen natural de la existencia. Su institución promovió una cultura de lo necesario, e hizo una cultura de lo innecesario» (Nicol:1972, p. 57). ¿En dónde quedó la libertad?

Para Chaplin en Modern Times, como para los hermanos Wachowski en The Matrix y para Andrew Niccol en In Time, la libertad es posible si se acepta el destierro, la desvinculación con la comunidad, la aceptación de sí mismo como distinto o in-conformado, la responsabilidad de la propia vida —aquella digna de ser vivida—. Los intentos serán muchos, seguramente vendrá la pregunta que Chaplin deja salir de la boca de una “desterrada de la sociedad” que ha perdido el optimismo al igual que Cándido: «What is the use of trying?», sólo hay una respuesta válida: el amor hacia uno mismo —el cultivo del propio jardín, diría Voltaire—.


Nicol, Eduardo. El porvenir de la filosofía. México: FCE, 1972.

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