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Mostrando entradas de enero, 2012

No tengo respuestas

De si este es el mejor de los mundos, de si todo (todo) pasa efectivamente por una razón, de si venimos a este planeta a aprender (y de si hay algo así como otro lugar de donde venimos y a donde vamos), de si la realidad es puramente material... No sé y ni siquiera tengo una creencia al respecto. Lo que sé es que La Verdad es inaccesible; se me figura como que la supuesta Verdad es un rompecabezas de infinitas piezas y sólo se saben pedazos de las piezas del rompecabezas y de esa cuasi-nada que la humanidad sabe, algunos sienten que su conocimiento (que tiende a cero) es la "neta del planeta" o miran con ojos de lástima a quienes se atreven a preguntar y a dudar. Sé que todos (absolutamente todos) los seres vivos: mueren. Ayer miraba una película en la que los protagonistas, un hombre y una mujer, se enamoraban y ambos tenían una enfermedad terminal, me pregunto cuál es en realidad la diferencia con una pareja de enamorados sin enfermedad, de todos modos igual se van a

Peleas UFC

Como si el box no fuera suficiente para contactar tu lado salvaje o tu poca preocupación por el ser humano de enfrente (un boxeador frente al otro), hay peleas donde parece que todo se vale. Miro la pelea pseudo-callejera porque no tengo otra cosa que mirar en una reunión donde no conozco a nadie. En tiempo normal no se aprecian tanto la magnitud de los golpes. Veo la repetición, cámara lenta. ¿Cómo puede un ser humano golpear a su semejante (a un ser vivo) de esa manera y sentirse bien mientras lo hace? Y hay aquí quien, mientras come, disfruta la escena. Y luego nos preguntamos que por qué estamos como estamos, por qué tanta violencia en el mundo, por qué la gente pasa por encima de sus semejantes. ¿Es la violencia un placer?

Soy humana, soy frágil, soy mortal

Olvídate de lo que has aprendido sobre lo que es el tiempo —alguien dice— y tómalo como el presente, es más, olvídate del presente y enfócate en estar significativamente en presencia. Escúchate respirar, escucha el latido de tu corazón, escúchate. ¿Quién eres? ¿Eres quien respira? ¿Eres quien escucha que respira? ¿Eres quien observa escucharte respirar? Eres presencia. Sólo quien logra observarse logra vivir en paz, vivir en plenitud, vivir con sentido y sin limitaciones creadas por la mente. Nada sucede afuera de tu presencia, es tu presencia la que da significado armónico. Cuando no te observas el único significado que das es utilitario, instrumental, fugaz. La verdad emerge cuando observas lo que captan tus sentidos sin la carga de los significados instrumentales que les has dado en el pasado. Como ser humano, encauso el potencial del ser en presencia a mi situación (como quien dirige la luz de una linterna) y elijo. ¿Cuál es el propósito? Ser y estar ahí para disfrutarlo. La e

De paso, un cuento

Por Flor Coss He estado pensando en varios temas, a veces se me antoja escribir, luego se me atraviesa alguna actividad y pierdo el impulso. Hace tiempo que no escribo un cuento. Podría escribirles la breve historia de la niña del abrigo azul pastel. Regordeta y parchada, no piensa en la vida ni en la muerte, no cree en nada más que lo que le dicen —¿por qué habría de dudar de tu palabra?—, sonríe a todo aquel que voltea a verla, no se preocupa por el futuro y, vaya, ni siquiera se imagina cómo será cuando cumpla un año más. La niña no vende fósforos ni vive esperando milagros, no tiene mascotas ni amigos imaginarios, no hay tragedias que enmendar ni fantasías de espejos para divagar... aunque sí le gustan los espejos, no para verse específicamente sino para crear infinitos sin preguntarse si ellos son posibles. En su abrigo guarda una llave que no abre ni cierra nada pero que tiene las formas redondeadas de un trébol. En su memoria sólo habitan olores que forman flores de caleid