Ir al contenido principal

Síndrome de Asperger

No sé como empezar a escribir esto. En Wikipedia pueden encontrar gran detalle de lo que hasta ahora se cerca con tal nombre: síndrome de Asperger. De modo que no pretendo copiar lo que apenas se entiende (el estudio data de 1981, el reconocimiento internacional de dicho síndrome apenas es de 1990).

Hace poco escribí sobre los introvertidos pues reconocí en mí varios de los mitos alrededor de este tipo de personas. Ayer, en una reunión con antiguos amigos, alguien se puso a hablar de su hijo y por un momento el mundo se detuvo, por un momento alguien estaba hablando de mí. No seguí por mucho tiempo la conversación, yo ya estaba indagando dentro de mí, ya me preguntaba si en verdad tal síndrome aplicaría a mi caso. Soy un caso. La velada transcurrió y nuevamente salía de mi boca "es que no se me da hablar de lo que pasa; si me preguntan cómo me va, simplemente digo bien y no se me ocurre qué más decir" (sí, lo tuve que decir aunque ya habíamos oído hablar sobre una persona que le pasa lo mismo que a mí, aunque explícitamente había dicho que eso me pasaba a mí). En fin.

Hoy, al despertarme busqué sobre el síndrome. Realmente esperaba que no fuera mi caso. Pero fue. Es...

Mientras leía y palomeaba las características de una persona con el síndrome para luego sacar en qué porcentaje lo cubría, aparecí ahí con mis rasgos más distintivos. Me puse a llorar. Parece que ahora puedo explicar cómo soy mucho más fácil: "Ah, lo que pasa es que tengo el síndrome de Asperger", aunque qué importa, eso no va a cambiar en nada ni cómo percibo al mundo ni cómo me perciben. Lo único que ha cambiado es que ahora sé que lo que me pasa tiene un nombre y sé que es incurable ¿cómo se puede curar uno de ser quien se es?

Para quienes me conozcan les puedo decir ahora que NO puedo corregir la manera en la que soy:

  • Es REALMENTE difícil para mí seguir una conversación ligera. Las reuniones sociales y sobre todo con gente que no conozco son como exámenes doctorales.
  • Me resulta IMPOSIBLE leer entre líneas.
  • Siempre busco actuar de una manera que tenga sentido, de una manera racional. Esto puede parecerles como un búsqueda de perfección o rigidez. Y me tardo mucho en tomar una decisión personal que sea de trascendencia.
  • Recuerdo detalles que otros no. Y no tengo idea de cómo es que los recuerdo. Suelo decir que mi cerebro trabaja de manera misteriosa (y sí).
  • No entiendo los "mensajes", las "señales", el lenguaje corporal y me confundo horrores cuando la gente dice una cosa y hace otra o cuando "bromean". Y no me va a dejar de pasar.
  • Lo anterior explica que soy crédula. Esto es lindo porque pese a todo sigo creyendo en la humanidad, aún cuando me sienta en el planeta incorrecto (jaja, esto se lo dije a mi mamá apenas unos días atrás).
  • Me siento sola.
  • Soy mil veces mejor escribiendo que hablando con la gente.
  • Valoro por sobre todo la fidelidad y la sinceridad. Soy fiel y sincera (trasparente) y me parte mi mundo en "cuadritos irregulares" cuando alguien no lo es, sobre todo si está en mi círculo cercano. Me despedazan. Atención (y esto va para todos, le harían un gran favor a la humanidad): es mejor cerrar la boca si no sienten algo y/o no están dispuestos a responsabilizarse de lo que dicen.
  • No es que le busque "chichis a las hormigas", simplemente me gusta buscar información pues me tranquiliza cuando logro encontrarle un lugar en mi framework.
  • Si una pregunta no tiene sentido o se puede contestar de mil formas, me trabo. Así que hay test de psicología que no sé como contestar (antes solía contestar a casi todo: depende).
Hay más, pero no los aburro. Está todo en internet... aunque sí hay algo más que quiero decirles: a veces encontramos personas que no entendemos o que se comportan raro o que nos desesperan porque parecen no entender, lo cierto es que todos somos en un grado distintos, la diversidad enriquece la sociedad. Lo más estúpido es esperar que todos se comporten como uno. Si quieres que te vean, ve. Si quieres que te escuchen, escucha. Si quieres que te amen, ama. Tolerancia, respeto, paz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Qué chulada de maíz pinto

Crecí oyendo a mi papá decir con enjundia "¡Qué chulada de maíz pinto!" cuando le veía las piernas a mi mamá y después se las estrujaba con las mega-manotas que Dios le dio. Hasta hace poco no tenía una clara idea de lo hermoso que es el maíz azul (con el que hacen las tortillas azules que saben a gloria) hasta que de golpe lo vi en el mercado de Xochimilco, esta foto no me dejará mentir, su belleza es asombrosa.

Arte y política

Hace tiempo ya que el arte dejó de ser arte para convertirse en producción. Hace tiempo ya que el arte abandonó la inspiración para conformarse en las maneras y modos que convienen a la venta. Hace tiempo ya que el arte dejó de ser transgresor desde sí mismo para convertirse en imagen de una visión de mundo. Antes me preguntaba si el arte tenía un deber para con el pueblo, si el arte debía tener una posición política. Ahora pienso que ello es ya abandonar el arte para convertirse en publicidad. El arte no se debe a nada ni nadie, el arte —como también la filosofía, la religión— no debieran de servir a nadie ni tampoco montarse sobre eventos con el puro fin de la notoriedad o la moralina. El arte abre y al abrir comunica, no lo que quiere decir el pintor, sino lo que la apertura per se le dice al espectador. El arte tiene sus materiales y sus técnicas, el arte presenta formas en un espacio limitado, pero cuando es arte  trasciende todo ello y habla lo que no tiene voz. El

Todo va a estar bien, o no: el absurdo de la existencia humana

Llevo varios meses leyendo de a poquito "Vivir la lucidez" de Albert Camus. Para beneplácito o agobio de los que me siguen el Facebook, he estado compartiendo algunas citas, muchas de las cuales tiene que ver con lo que me ocupa en ese momento. Coincidencia o no, así ha sucedido. Hoy, al despertar, me encontré con varias citas de Emil Cioran que, al igual que Camus, trabaja el absurdo. No había leído nada de Cioran antes porque tiende a ser muy depresivo. Pero estos tiempos mi ánimo ha decaído algo y las preguntas por el sentido de la vida han vuelto a emerger, así que no es de extrañar —al menos para mí— que se hayan conjuntado Camus, Cioran y una película de Win Wenders ( Every Thing Will Be Fine , 2015). De modo que aquí estoy con un algo entre la boca del estómago y el centro del pecho (¿tiene nombre ese lugar?), tratando de poner orden a esto y dejarles algo para su propia reflexión, si tienen el ánimo para seguir leyendo. Me preguntaba hace unos días sobre el sentido de