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Razones para vivir

When I look back on my past and think how much time I wasted on nothing, how much time has been lost in futilities, errors, lazines, incapacity to live; how little I appreciated it, how many times I sinned against my heart and soul —then my heart bleeds. Life is a gift, life is happiness, every minute can be an eternity of happiness! [...] Life is everywhere, life is in ourselves, not inthe exterior. I shall have human beings around me, and to be a man among men and to ramain one always, not to lose heart and not to give in no matter what occurs —that is what life is, that is its task.
Fyodor Dostoyevsky

Sucedió un día que me pregunté si tenía alguna razón para vivir. Aunque ciertamente no quería morir no pude hallar ni una sola razón para seguir. Me quise rendir.

Más allá de los deberes, responsabilidades y compromisos, quería encontrar motivos para sonreírle a la vida. Más allá de querer trabajar por la vida, quería sentir gusto por estar viva. Vivir no puede ser una responsabilidad ni una lucha de la que uno dice "ya me cansé".

Quise encontrar razones en el futuro pero sé bien que hacia adelante no hay nada seguro, asirse de lo posible no es querer vivir ahora sino mantenerse vivo para mañana. Busqué luego en mi pasado y quise rememorar todo lo que he disfrutado, sé que eso ya no volverá y sentí melancolía.

Se dice que el propósito de vida es el mismo momento en el que eres consciente de que estás vivo y te ocupas de sentir la experiencia por completo. Me di a la tarea de sentir el momento que estaba viviendo y de mi emergió ira, impotencia, desilusión, incertidumbre... unos deseos incontenibles de patear a la vida. ¿Demasiadas expectativas no cumplidas? ¿Polaridad extrema (o todo está bien o todo está mal)? ¿Falta de amor a quien soy? ¿Falta de apreciación a todo lo que he hecho que me ha traído a aquí el día de hoy? ¿Gusto por el sufrimiento? ¿Victimización? Lo que fuera —¿cómo le hago para salir de aquí?— me pregunté angustiada.

Pregunté a varios conocidos, amigos y familiares sus razones para vivir, quizá entre sus razones podría descubrir las mías propias, quizá son comunes. Lo que fuera. Me sorprendieron algunas respuestas, muy pocos mencionaron el gusto que les daba ser quienes eran, muchos depositaron sus razones en el amor que sentían por otros... ¿y si ese otro desaparece de sus vidas, se quedarían sin razón para vivir? —El amor es peligroso— pensé. Pero descubrir entre las razones de alguien mi propia existencia (yo como una razón) fue como si un rayo de sol tocara mi corazón. El amor que te otorgan es un gran regalo.

¿Qué me gusta de la vida? La comida, la sobremesa, el vino, las sonrisas sinceras, el atardecer. Ok, ok, pero todo eso está "afuera", ¿qué hay dentro de mí que me guste? La manera en la que siento (es dulce) y... hay una semilla dentro de mí que me dice que aún hay algo que falta, que aún no me he visto florecer y que sólo tengo que dejar que suceda. Creo que la semilla es la esperanza. Dejarme florecer sin miedo, es la fe. Disfrutar mientras tanto, es la alegría. Compartirlo, es el amor. Y todo eso se logra viviendo. La esperanza, la fe, la alegría y el amor JAMÁS traicionarán ni tu alma ni tu corazón y están dentro de ti.

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