Ir al contenido principal

Bar Italia

En el Soho de Londres, muy cerca del barrio chino se encuentra el Bar Italia. Uno de los mejores regalos que me han dado ha sido el conocerlo y el haber bebido varios cafés a la italiana.

Esta vez llegué sin tenerlo en mente. Volver a verlo fue un alivio similar al que debe sentirse cuando se llega al paraíso. ¿Exagero?

Es un pequeño local pero tan pronto entras es como retroceder en el pasado y trasportarse a Italia. El televisor que permanece encendido al fondo sólo transmite programas en italiano, la decoración es italiana (como de los sesentas), los baristas tienen toda la pinta de italianos (ignoro si lo son o si son descendientes de italianos pero juro que parecen serlo) y los postres aún cuando no lucen como los bien decorados franceses saben delicioso.

He leído algunas reseñas y parece que la "banda" (como dice mi amigo El Actuario) lo siente frío y se quejan de la falta de sonrisas. Bueno no sé decirles porque yo no soy muy sonriente y porque no voy al lugar para que me sonrían y por mi experiencia con los italianos podría decirles que eso lo hace parecer todavía más real. El café es bueno, no muy cargado pero la preparación del capuccino es excelente (con la espuma que permanece hasta el final).

Vean este video en YouTube del ambiente cuando juega Italia

Comentarios

Entradas populares de este blog

Qué chulada de maíz pinto

Crecí oyendo a mi papá decir con enjundia "¡Qué chulada de maíz pinto!" cuando le veía las piernas a mi mamá y después se las estrujaba con las mega-manotas que Dios le dio. Hasta hace poco no tenía una clara idea de lo hermoso que es el maíz azul (con el que hacen las tortillas azules que saben a gloria) hasta que de golpe lo vi en el mercado de Xochimilco, esta foto no me dejará mentir, su belleza es asombrosa.

Arte y política

Hace tiempo ya que el arte dejó de ser arte para convertirse en producción. Hace tiempo ya que el arte abandonó la inspiración para conformarse en las maneras y modos que convienen a la venta. Hace tiempo ya que el arte dejó de ser transgresor desde sí mismo para convertirse en imagen de una visión de mundo. Antes me preguntaba si el arte tenía un deber para con el pueblo, si el arte debía tener una posición política. Ahora pienso que ello es ya abandonar el arte para convertirse en publicidad. El arte no se debe a nada ni nadie, el arte —como también la filosofía, la religión— no debieran de servir a nadie ni tampoco montarse sobre eventos con el puro fin de la notoriedad o la moralina. El arte abre y al abrir comunica, no lo que quiere decir el pintor, sino lo que la apertura per se le dice al espectador. El arte tiene sus materiales y sus técnicas, el arte presenta formas en un espacio limitado, pero cuando es arte  trasciende todo ello y habla lo que no tiene voz. El

Todo va a estar bien, o no: el absurdo de la existencia humana

Llevo varios meses leyendo de a poquito "Vivir la lucidez" de Albert Camus. Para beneplácito o agobio de los que me siguen el Facebook, he estado compartiendo algunas citas, muchas de las cuales tiene que ver con lo que me ocupa en ese momento. Coincidencia o no, así ha sucedido. Hoy, al despertar, me encontré con varias citas de Emil Cioran que, al igual que Camus, trabaja el absurdo. No había leído nada de Cioran antes porque tiende a ser muy depresivo. Pero estos tiempos mi ánimo ha decaído algo y las preguntas por el sentido de la vida han vuelto a emerger, así que no es de extrañar —al menos para mí— que se hayan conjuntado Camus, Cioran y una película de Win Wenders ( Every Thing Will Be Fine , 2015). De modo que aquí estoy con un algo entre la boca del estómago y el centro del pecho (¿tiene nombre ese lugar?), tratando de poner orden a esto y dejarles algo para su propia reflexión, si tienen el ánimo para seguir leyendo. Me preguntaba hace unos días sobre el sentido de